Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo
La alcaldesa de Santiago Tuxtla, Claudia Acompa Islas quiso lucirse en la inauguración de la feria en honor a Santiago Apóstol, pues contrató los servicios del exclusivo maquillista Alfonso Waithsman, quien cobra las perlas de la virgen por darles su manita de gato a las mujeres. Este maquillista tiene como sus clientas a la primera dama, Angélica Rivera y actrices como Gloria Trevi, Alejandra Guzmán, Thalía, Anahí, Belinda, Galilea Montijo, Julieta Venegas y Eva Longoria. Después de darse a conocer públicamente que Claudia fue maquillada por Alfonso, quien cobra carísimo, la alcaldesa panista fue criticada por los usuarios de las redes sociales, quienes se la acabaron por este derroche de recursos cuando en aquel municipio hay pobreza extrema y gente que no tiene ni para comer.
Claudia todavía tuvo el atrevimiento de subir su foto a las redes sociales con el maquillista Alfonso Waithsman al término del trabajo de éste donde la dejó guapísima después de que le puso plastas de maquillaje para ocultar su fealdad. No tendría nada de malo que la alcaldesa contratara los servicios del maquillista de las estrellas de la farándula siempre y cuando lo haga con sus recursos propios y no con dinero del erario público, como se presume ocurrió. Se dice que Waithsman cobra entre 30 y 200 mil pesos según las necesidades de transporte, alojamiento y comida. Usted se imagina a cuantas personas de su municipio pudo haber hecho feliz la alcaldesa con el dinero que le pagó al maquillista.
Yazmín Copete Zapot, diputada local electa del PRD y quien conoce perfectamente a Claudia Acompa la criticó por sus gastos excesivos en superficialidades y frivolidades, porque en la feria del municipio ella debió haberse preocupado por mantener lazos cercanos con sus gobernados y no ponerse vestidos carísimos y extravagantes con los que lejos de verse bien, consiguió ser criticada por sus excesos. Este es un insulto para los habitantes que no tienen dinero para cubrir sus necesidades básicas y ven con impotencia como los recursos que deben ser destinados para construirles obra pública, proporcionarles mejores servicios de salud y educativos y garantizarles mejores elementos de seguridad, se van en este tipo de frivolidades, es como tirar el dinero a la basura.
No sólo se esmeró en verse bien ella del rostro, también se lució con ropa confeccionada por los diseñadores más exclusivos, pues su vestuario para las fiestas patronales costó casi 120 mil pesos y se pudo comprobar que es aficionada a la lujosa marca italiana Gucci, pues no sólo ella portó ropa de esta marca, también su familia, entre los que destacan su esposo y sus dos hijos varones, quienes usaron prendas carísimas de los pies a la cabeza.
Lo más preocupante de todo esto es que, en contraste con los despilfarros de la alcaldesa de Santiago Tuxtla, en este ayuntamiento existe una severa crisis económica, pues hay empleados municipales que llevan meses sin cobrar su sueldo. Y la alcaldesa en vez de ponerse al corriente con los pagos, utiliza el dinero del erario público para lucirse en las fiestas patronales y comprar con dinero que no es suyo vestuario y maquilliaje de súper lujo. Esta noticia, que se ha difundido en las redes sociales, ha provocado que a nivel nacional la ciudadanía voltee a ver a Claudia Acompa, quien se volvió famosa de la noche a la mañana por ventilar sus frivolidades. Se espera que le hagan una auditoría y ésta arroje datos alarmantes que la exhiban como una servidora pública corrupta. La noticia también sirve para que la ciudadanía, que ya está harta de este tipo de gobernantes, se desencante aun más de ellos y no les den su voto si deciden ocupar otro cargo de elección popular. Aquí es donde las autoridades del gobierno federal deben voltear para ver los derroches que se dan en algunos municipios veracruzanos. Ella solita se echó la soga al cuello al publicar esta foto en las redees sociales, pues se puso en evidencia como despilfarradora. Habrá que ver que otros trapitos al sol le sacan a esta mujer, quien resultó una copia mal hecha de Marta Sahagún. ¿Si recuerda el escándalo que se suscitó hace años por las toallas carísimas que la entonces primera dama compró con dinero del erario público?