Contento y motivado porque esta semana en su conferencia mañanera el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador lo consideró como presidenciable o corcholata como el mandatario les dice a los morenistas que tienen posibilidades de ser sus sucesores, el diputado federal del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña está de gira este fin de semana en el Estado de Veracruz. Noroña como lo conoce la gente, no quita el dedo del renglón y este sábado por la tarde durante una asamblea con militantes y simpatizantes de Morena en la Plazuela de la Campana, habló de sus aspiraciones a la presidencia de la República.
La gira por el Estado de Veracruz de Fernández Noroña comenzó la mañana de este sábado en el municipio de La Antigua, donde se reunió con un grupo de simpatizantes, morenistas y gente de la sociedad civil que le hizo diversas peticiones, así como líderes de asociaciones y sindicatos. Este domingo estará en Isla y Cosamaloapan, según la agenda del Partido del Trabajo.
“Quiero ser el relevo del presidente”, dijo Fernández Noroña en entrevista con los medios de comunicación después de su discurso en la asamblea. El petista está consciente de que está en desventaja con las otras corcholatas como Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López pues son cercanos al presidente y más que una relación laboral, los une una amistad de hace muchos años. Además de que Ebrard, Sheinbaum y López tienen la autorización del presidente para promocionarse políticamente aunque moralmente es incorrecto pues dejan de atender sus obligaciones y responsabilidades como funcionarios por hacer campaña rumbo al 2024. Se distraen, descuidan sus ocupaciones, no terminan un cargo público y ya están pensando en el que podría venir. Lo peor del caso es que dicen las malas lenguas que el presidente ya le eligió su gabinete a la corcholata que pondrá como candidat@.
En el fondo Fernández Noroña sabe que el presidente no lo elegirá como candidato a la presidencia de la República pues AMLO ya tiene su candidato o candidata y será una persona a la que pueda controlar y manipular, no alguien autónomo e irreverente como Noroña que no vota a favor de todas las iniciativas del presidente si no está convencido de que la propuesta realmente beneficiará a los mexicanos.
Ante los medios de comunicación, Noroña no reconoce abiertamente que no está en el ánimo del presidente para ser su sucesor y por lo mismo no reconoce que sus posibilidades son nulas. Tampoco dice la verdad, pues el candidato no lo elegirá el pueblo, sino el presidente de la República. En todos los gobiernos federales ha sido así y en Morena no será la excepción. El próximo candidato a la presidencia de Morena, y a la gubernatura de Veracruz en 2024 será elegido por dedazo de Andrés Manuel López Obrador. Obviamente será el hombre o la mujer que al presidente le convenga políticamente que sea su sucesor. Y ese no será Noroña ni Monreal, quienes deberían de pensar en aceptar la propuesta que les hagan otros partidos políticos para ser candidato, no para ganar y llegar a la presidencia, pero por lo menos para tambalear al candidato o candidata de Morena. Si no pasa otra cosa, Morena ganará la presidencia de la República en 2024 según las predicciones de analistas políticos. La gubernatura de Veracruz todavía está en veremos.
Noroña reconoció que no hay piso parejo entre las corcholatas. Con unos es permisivo el sistema y a otros podría reprenderlos si violan la ley con tal de conseguir su propósito. El discurso del diputado federal es entretenido, a la gente le gusta su estilo porque de vez en cuando se le sale una palabra altisonante o habla de sexo sin que nadie se ruborice. Es un hombre que dice lo que piensa, sin miedo a que le llamen la atención porque no le rinde cuentas a nadie en Palacio Nacional. Algo que llamó la atención de su discurso es que dijo una gran mentira, miente con todos sus dientes, aseguró que en Morena se reservan el derecho de admisión y no es así. En Morena dejan entrar a cualquiera, le dan cabida a todos, aunque en el pasado el presidente los haya considerado integrantes de la mafia del poder. Lo malo no es que en Morena le abran las puertas a priistas, panistas, perredistas y de otros partidos políticos. Lo malo es que regularmente agarran a puro impresentable, gente que tiene mala reputación y son conocidos por hacer trampas en las elecciones internas y externas. Pero eso es lo que les gusta a los líderes de Morena, operadores políticos que prometan ganar a la buena o a la mala. Aquí si aplica el dicho “El fin justifica los medios”, “En la guerra y en el amor todo se vale”. Los morenos fundadores están enojados porque llega gente nueva o de otros partidos y en vez de que hagan méritos para obtener una candidatura, se las dan sólo porque su popularidad representa votos y eso es lo único que le interesa a los partidos políticos: los votos. Mientras los fundadores trabajan de sol a sol aunque no sea campaña, los líderes de Morena buscan a esos priistas, panistas y perredistas decepcionados con su partido para ofrecerles una candidatura sin tomar en cuenta la opinión de la militancia.
Hace unos días, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña ventiló que sufrió un robo y amenazas, pero considera que detrás del atraco no están sus compañeros corcholatas o algún enemigo político con el objetivo de presionarlo para que les deje el camino libre. En realidad, ni a Marcelo ni a Claudia ni a Adán les preocupa Noroña pues saben que por lo menos en Morena no tiene posibilidades.
Noroña sigue con su discurso de que el candidato a la presidencia de la República será elegido por encuesta. Efectivamente se realizará una encuesta, pero eso no definirá al candidat@. La última palabra la tiene el presidente. En caso de que la encuesta no le favorezca, Noroña dice que no piensa irse a otro partido, va a reconocer a quien gane la encuesta. La realidad de las cosas es que Noroña ya está analizando su futuro político al ver que con Morena no es corcholata. Él mismo lo dijo: “no soy corcholata”.