Leopoldo Tlaxalo
La delegada de Derechos Humanos de la Asociación Nacional de Acciones Sociales Lucío Blanco A.C., Elizabeth Orozco Mayo anunció que desafortunadamente ha aumentado considerablemente el bullying en las escuelas tanto públicas como privadas y se tiene calculado que en una sola escuela podrían presentarse hasta cinco casos de bullying por lo que los encargados de Derechos Humanos trabajan coordinadamente con los padres de familia y maestros para tratar de erradicar este problema que afecta a los estudiantes desde nivel preescolar hasta el bachillerato.
Orozco Mayo comentó que a menudo los niños son muy crueles con sus compañeros y discriminan por el hecho de ser diferentes como tener un color de piel más oscura, usar lentes o tener problemas relacionados con la vista, ser muy flaco o muy gordo, muy alto o muy chaparro y hasta notársele desde temprana edad algún indicio de que tiene una orientación sexual diferente por ello la delegada de Derechos Humanos de la ANAS Lucío Blanco ofrece pláticas de valores a los estudiantes para que aprendan que el bullying es una práctica que no deben ejercer en contra de sus compañeros porque ellos son seres humanos que sienten el desprecio de sus semejantes y al sentirse rechazados los puede llevar a la depresión, la negativa de no querer asistir a la escuela o en casos extremos el suicidio pues a nadie le gusta sentirse marginado o discriminado.
A través de sus pláticas y dinámicas, Elizabeth Orozco les pide a los alumnos agresores que se pongan en los zapatos del niño o joven agredido y vean que no es bonito ser la botana de sus compañeros. Lo primero que hay que hacer para terminar con el problema del bullying, recomendó la especialista, es educar desde el hogar al niño para que acepte las diferencias que hay entre sus compañeros y no se burle de los defectos físicos o problemas para comunicarse o interactuar con el grupo de sus compañeros. Reconoció que es una tarea difícil pues los niños son crueles por naturaleza, pero también aconsejó a los niños agredidos que no consientan el ser buleados por otros ni que les tengan miedo a sus compañeros por ser más grandes o fuertes que él pues no se trata de arreglar los conflictos escolares a golpes pero si de ponerle un alto a los buleadores para que sepan que no pueden agarrar de su puerquito a los otros niños.