Convertir el expenal Ignacio Allende en una Facultad de Artes o Centro Cultural es buena idea, pues serviría para reactivar un poco el centro histórico de Veracruz, consideraron investigadores, guías de turistas y empresarios de Veracruz, quienes sin embargo dicen que dudan que el proyecto se concrete.


Ya se planeó que fueran las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, o espacio cultural o que se usara para reubicar a miles de comerciantes ambulantes que colapsan la zona de mercados, pero nada se hizo.

El inmueble es un cascarón viejo, saqueado en sus instalaciones de drenaje y electricidad y de todos es sabido que muchas veces es más caro rehabilitar en esas condiciones que construir un nuevo edificio.


Las celdas del ex penal albergaron durante un siglo a todo tipo de criminales, desde infanticidas, multihomicidas, líderes sociales, narcotraficantes y delincuentes de cuello blanco.


Fue construido a las afueras de la ciudad de Veracruz, para sustituir a la entonces cárcel del islote de San Juan de Ulúa.

Desde hace ya 12 años fue vaciado, pues el hacinamiento, la sobrepoblación y el encontrarse prácticamente en el centro de la ciudad lo convertía en un lugar peligroso, controlado por grupos delictivos.


Fue usado como set cinematográfico para dos películas, una de Mel Gibson y otra de Gloria Trevi y después se convirtió en guarida de malvivientes y gente sin hogar.


Entre los reclusos que albergó en las últimas tres décadas que funcionó se encuentran, la ex reina del carnaval, Evangelina Tejera, quien asesinó y desmembró a sus dos pequeños hijos para enterarlos en una maceta en un departamento del edificio Lotería Nacional del centro histórico de Veracruz.


También estuvo allí Francisco Morales alías “El Potro”, líder del Movimiento de Resistencia contra CFE Chucho “El Roto”, que salió libre y continúa con el movimiento de quienes viven cerca de la central nuclear Laguna Verde.

Guillermo Diestre Pasquel, narcotraficante ya asesinado, que fuera marido de la cantante Manoella Torres; Cirilo Vázquez Lagunes, “El cacique del sur”, traficante de drogas y padre de cuatro alcaldes y ex diputados de Acayucan y Cosoleacaque.


Y Felipe Ferra Gómez, “El Ferras” homicida que se hizo famoso por una entrevista chusca que dio donde admitía su crimen contra otro delincuente, porque él mismo le dijo que se iba a fornicar a su mamá y a su hermana.


“Supe del famoso Guillo Diester Pasquel, esposo de Manoella Torres, así como la ex reina del carnaval (Evangelina Tejera), y conocí un señor, no recuerdo su nombre realmente, a él lo tenían aislado de una manera muy especial, porque ese señor era según un ladrón de cuello blanco, el caballero se había robado más de mil millones de pesos, estaba consciente que no iba a salir de aquí pero pues según informaciones de uno de los directores, es que ya tenía asegurada a toda su familia”, comenta Guillermo Macías, antropólogo y quien trabajó en el reclusorio.

El penal Ignacio Allende de Veracruz, construido en 20 mil metros, durante el Porfiriato y cerrado a fines de 2009, es casi contemporáneo del Palacio Negro de Lecumberri de la Ciudad de México, que hoy alberga el Archivo Histórico de la Nación.


Sin embargo este inmueble se ha convertido en un estorbo, una carga que ningún gobierno quiere llevar, por lo que pasó de las manos del gobierno estatal, al municipal, de allí al gobierno federal vía INAH, y de vuelta al municipal, que ahora busca entregarlo a la Universidad Veracruzana para convertirlo en la Universidad de Artes.


La alcaldesa de Veracruz indicó semanas atrás que esperan que la UV se haga cargo del inmueble.


El secretario de la Cámara Nacional de Comercio, Erick Manuel Suárez Márquez recordó que en un tiempo se pensó en que ese lugar sirviera para reubicar a los vendedores ambulantes.

“En su momento ese penal es propiedad de Gobierno del Estado, que quede muy claro, aparentemente Gobierno del Estado se lo había dado al ayuntamiento en la época de Carolina Gudiño y ahí se iban a poner las oficinas de la delegación del INAH y las direcciones culturales de ayuntamiento de Veracruz, fue un proyecto muerto, no se quedó, a través de los años la Cámara de Comercio pidió que el ex penal sirviera por acá como un lugar, como un mercado para que se llevara a todos los ambulantes que están en la zona de los mercados”.


El Instituto Nacional de Antropología Historia lo recibió, pero nunca se concretó el proyecto de hacerlo museo y oficinas centrales de la delegación.


“No se le dio la oportunidad de haberlo convertido en un rescate histórico, de un lugar de dolor y sufrimiento para un espacio de cultura como ocurre en muchas partes del país. ¿Qué pasa, por qué nadie lo quiere? No sé si sea una maldición, pero el hecho de tener este edificio que es desde la época del Porfiriato, fue construido bajo el mando de Don Porfirio Díaz e inaugurado en 1908, tengo entendido que por el propio presidente; y es similar o parecido al palacio Negro de Lecumberri de la Ciudad de México”.

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