Uniones de hecho vs matrimonios igualitarios

Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo

La diputada local panista Maryjose Gamboa presentó la iniciativa de uniones de hecho cuyo objetivo es que todas las personas de la comunidad LGBTTTI podrán gozar de los derechos equiparables al matrimonio civil, exeptuando la adopción. Esta iniciativa no ha sido del agrado de algunos miembros de la comunidad lésbico gay porque consideran que al no llamarle matrimonio a su unión los están discriminando por su orientación sexual y al no permitirles la adopción es un retroceso porque les están impidiendo llevar a cabo este trámite por el simple hecho de tener una orientación sexual diferente. Entonces no sirve de nada esta iniciativa porque no beneficia a los miembros de la comunidad LGBTTTI, al contrario, los limita al no llamarles matrimonio a sus uniones civiles.

¿Y qué pasó con los matrimonios igualitarios? se preguntará usted. La Suprema Corte de Justicia de la Nación abrió la puerta para que en todo México puedan celebrarse matrimonios entre personas del mismo sexo, a pesar de que las leyes locales no lo consideren legal pues también no se modifica el artículo 75 del Código Civil del Estado de Veracruz, lo que permitiría que se le conociera como matrimonio a toda unión entre personas, independientemente de su sexo. 

La primera sala del máximo tribunal, encargada de conocer asuntos civiles y penales, estableció que las leyes de cualquier estado del país que considere que la finalidad del matrimonio “es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”, declaró la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desafortunadamente la jurisprudencia aprobada por la sala no obliga a las autoridades estatales a cambiar las leyes sobre el matrimonio, sí establece el criterio que deben seguir los jueces y tribunales, por lo cual deberán apoyar a una pareja homosexual si interpone un amparo para poder casarse en un estado que no lo permita como Veracruz, Estado donde se han tramitado amparos para que dos personas del mismo sexo puedan casarse.

En México sólo algunos de los estados permiten el matrimonio gay: la ciudad de México y los estados de Coahuila y Quintana Roo, los demás todavía no aceptan la figura jurídica del matrimonio igualitario. La iglesia y los grupos conservadores han influido mucho en que no sea aceptada la figura de matrimonio igualitario en muchos Estados de la República Mexicana, pues a través de organizaciones como el Frente Nacional por la Familia y las igleias católica, evangélica, cristiana, entre otras, están en contra de que dos personas del mismo sexo puedan unirse legalmente. Es muy difícil cambiar la forma de pensar de estas personas, pero son los derechos de la comunidad LGBTTTI y éstos no deben depender de lo que opinen sectores de la sociedad como la iglesia que deberia analizar los casos de pederastía que hay dentro de sus sacerdotes y no meterse en lo que no les importa. Esos casos de niños violados por sacerdotes es más grave que el hecho de que dos personas del mismo sexo se casen y adopten hijos, pues está comprobado que muchos homosexuales pueden llegar a ser mejores padres que los mismos heterosexuales.

La iglesia no está de acuerdo en que a las uniones entre personas del mismo sexo  se  les conozca como matrimonios porque consideran que este término sólo debe ser dado a las uniones entre un hombre y una mujer, pues la palabra matrimonio viene de matriz y desde siempre han dicho que el fin del matrimonio es la procreación, situación que no puede darse entre dos personas del mismo sexo, pero tienen la opción de adoptar.  Sin embargo la Ley de uniones de hecho es una iniciativa que no contempla todos los derechos y obligaciones legales de un matrimonio tradicional pues por principio de cuentas no tiene el nombre de matrimonio, lo cual pone en desventaja a los homosexuales con los heterosexuales y tampoco les permiten adoptar, entonces, ¿de qué sirve esta iniciativa?, se preguntan líderes porteños de la comunidad LGBTTTI.

Muchas parejas homosexuales aspiran a adoptar un hijo algún día, por lo que la ley de unión de hecho no les beneficiaría en nada.  Al llamarla ley de unión de hecho se le quita el título de matrimonio y todas las personas, sin excepción, tienen el mismo derecho de contraer matrimonio con quien les plazca. No hay que hacer mucho caso  de lo que opinen los grupos ultraconservadores, pero a los diputados si les importa porque éstos y la iglesia implican un buen número de votos, esa es la razón por la que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares decidió echar para atrás la carta matrimonial que sustituía a la epístola de Melchor Ocampo,  por la presión de la iglesia.

A pesar de que se diga que la ley de unión de hecho permite al individuo gozar de la protección  jurídica de una union civil en todos sus aspectos, no es así por el simple hecho de que no se le llama matrimonio igualitario y no se permite la adopción. En lo único que ayuda es que  no se va a tener que pagar un costoso amparo para poder casarse como actualmente lo han hecho algunas parejas. La comunidad LGBTTTI desea que se les reconozca la figura de matrimonio igualitario y no están pidiéndole algo fuera de lo común al gobierno, simplemente ser tratados igual que los demás y tener los mismos derechos de formar una familia. Desafortunadamente no hay voluntad política del gobierno yunista para que el matrimonio igualitario pueda concretarse, aunque la SCJN ya lo dictaminó pero tampoco puede obligar a que se modifiquen las leyes locales.  No se debe permitir que los grupos conservadores y sectas religiosas presionen a las autoridades para evitar que se les otorguen los derechos a los miembros de la comunidad LGBTTTI.  Hay que recordarles a los diputados que ellos son nuestros empleados y están obligados a atender nuestras necesidades, no nos están haciendo un favor al aprobar o no esta ley. Su obligación es crear leyes que beneficien a todos los sectores de la sociedad incluyendo a la comunidad LGBTTTI, pero los panistas no quieren aprobar los matrimonios igualitarios porque temen  al costo político que podría representarles esta iniciativa en el proceso electoral del 2018.

 MORENA es el único partido que se opone a la ley de unión de hecho y hace bien porque esa iniciativa representa un retroceso y atenta contra la igualdad y dignidad de los miembros de la comunidad LGBTTTI.  El problema con MORENA es que si proponen la iniciativa de matrimonio igualitario tampoco pasaría porque ellos son una minoría dentro del Congreso del Estado . ¿Y mientras que les espera a los miembros de la comunidad LGBTTTI? Nada favorable pues la iniciativa relacionada con el matrimonio igualitario seguirá congelada por lo menos durante este bienio.

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