Observador veracruzano
Después de que este sábado comenzaran a operar formalmente en Veracruz los trabajadores del Grupo MÁS, apoyados por el alcalde Ramón Poo Gil, quien dio el banderazo de inicio de operaciones en el auditorio Benito Juárez, la líder del sindicato teniente José Azueta del Sistema de Agua y Saneamiento, Angélica Navarrete Mendoza dijo que el alcalde no representa ninguna autoridad para desaparecer la dependencia.
Navarrete comentó que al desaparecer el SAS, tendrían que revocar la concesión a Grupo MÁS, pues en el pacto avalado por el Congreso del Estado el SAS funge como parte del órgano de gobierno. Agregó que a pesar de lo que diga Ramón Poo todavía no se ha extinguido el SAS y ella luchará por los derechos de los trabajadores hasta el final y ante las instancias correspondientes.
“El alcalde no es ninguna autoridad laboral competente para desaparecer el SAS. La autoridad competente es el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje y en todo caso las juntas federales, él no es autoridad”, dijo la lider sindical, quien comentó que sigue en negociaciones con la Secretaría del Trabajo para ver si se hará la huelga o no. Depende de las conclusiones a las que lleguen en esta negociación se definirá si hacen o no la huelga. La siguiente audiencia es el martes 19 de julio.
Obviamente los trabajadores están en desacuerdo en que el servicio de agua sea concesionado a una empresa extranjera que ni siquiera tiene recursos económicos para invertir. Esto podría generar problemas a corto plazo. Angélica opina que antes de concesionar el agua debió haberse consultado a la ciudadanía. Navarrete defiende las cuotas sindicales que los trabajadores aportan al SAS, las cuales dejarían de percibirse si se quedan sin trabajo. La inconformidad de Angélica con Ramón Poo parece no tener fin hasta que éste acepte sus condiciones de no quitarles ni salario ni prestaciones a los trabajadores. Pese a que Ramón dice que el SAS ya no es rentable, Angélica no acepta estos argumentos.
En toda su carrera como líder sindical, Navarrete no se había enfrentado a un alcalde como Ramón Poo, que se involucrara tanto en asuntos financieros del SAS, lo cual afecta los intereses de la dirigente. “Él sabe que nosotros jamás vamos a hacer lo que ellos dicen cuando las cosas están mal, nunca habíamos tenido tantos problemas con una persona en tantos años como los tenemos ahora con el alcalde”.