Padre Solalinde considera que Winckler no tiene el perfil ni la sensibilidad para ser Fiscal

Carlos Hernández

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El activista y sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra estuvo en Xalapa y en el puerto de Veracruz este miércoles 22 de marzo. En Xalapa impartió una conferencia en el segundo foro de ética y derechos humanos en la facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana y en el puerto jarocho se reunió con familiares de desaparecidos y con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en la iglesia Nuestra señora de la Merced,  ubicada en la calle Velázquez de la Cadena.

El defensor de los derechos humanos de los migrantes habló en Xalapa de la situación de inseguridad que impera en el Estado de Veracruz y de lo mucho que le costará al actual gobierno erradicar la delincuencia cuando fue un problema que creció y se desarrolló con el consentimiento de dos administraciones estatales, la de Fidel Herrera Beltrán y la de Javier Duarte de Ochoa, sexenios en los que desafortunadamente se incrementaron a niveles nunca antes vistos en Veracruz los secuestros y desapariciones, lo que también provocó que el Estado se convirtiera en la fosa más grande de México, como reconoció el padre Alejandro Solalinde.

Lo peor de todo, dijo el padre, es que los representantes de las iglesias católicas como sacerdotes y obispos en lugar de ponerse del lado de la sociedad sabiendo todo lo relacionado con las desapariciones prefirieron callar en lugar de solicitar a los ex gobernadores que frenaran esta situación que acabó con la tranquilidad y paz que antes se respiraba en Veracruz. En vez de enfrentar a tan malos gobernantes, los religiosos compartían el espacio con ellos cuando Fidel y Duarte iban a misa. SIn pelos en la lengua y poniendo el dedo en la llaga, Solalinde dijo que algunos sacerdotes católicos guardaron silencio de las cosas malas que ocurrían en el Estado porque recibían favores de los ex gobernadores, situación que pone en entredicho la buena actuación de los representantes de la iglesia.

Añadió que se debe denunciar antre las autoridades correspondientes a Fidel Herrera y Javier Duarte por el delito de desaparición forzada y también que vayan contra los que fueron sus cómplices. “Los delitos de lesa humanidad no prescriben. Sacerdotes y obispos guardaron silencio ante este fosario que es Veracruz. Cuando estaba Fidel Herrera eran celebrantes de sus sacramentos y recibieron favores”, indicó el sacerdote.

No sólo están las fosas que fueron detectadas por las madres de las personas desaparecidas  en el fraccionamiento Colinas de Santa Fe y en la comunidad de Arbolillo, también hay otras en municipios como: Coatzacoalcos, Acayucan, Tierra Blanca, Orizaba y Córdoba, por mencionar sólo algunos municipios. Como consecuencia de la mala decisión de los electores veracruzanos al votar por Fidel y Duarte, ahora podemos ver el sufrimiento de miles de madres que no saben donde se encuentran sus hijos y quienes lloran su ausencia. Solalinde vaticinó que seguirán apareciendo más cuerpos, cráneos y restos humanos en los municipios arriba mencionados.

 

 

“Denunciamos lo que pasaba en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán y en el de Duarte de Ochoa, yo dije que Veracruz era la fosa más grande de México y aún no se ha visto lo demás, ha habido un acto criminal de los carteles en el caso de los secuestros, pero siempre en complicidad de instituciones de Veracruz desde los dos gobernadores anteriores”, señaló el padre, quien añadió que no sabe si el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares quiere enfrentar este problema, pues poco podrá hacer para erradicarlo teniendo un Fiscal General del Estado como Jorge Winckler Ortiz quien no tiene el perfil ni la sensibildad que se necesita para encabezar una Fiscalía. “Jorge Winckler no tiene el perfil, se ve a todas luces que es su amiguísimo, es un puesto político pero no tiene ni el perfil ni la sensibilidad para acompañar a las víctimas”. 

Sobre la posibilidad de que el gobernador destine dinero para ayudar a los familiares de las personas desaparecidas, Solalinde dudó que Yunes Linares tenga esta intención pues “le falta amor y vocación, están en el poder no para servir o porque amen a la gente, sino porque les gusta el poder y el dinero”, dijo sin pelos en la lengua Alejandro Solalinde.

 

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