Leopoldo Tlaxalo
La militancia del Partido Acción Nacional en Veracruz requiere rescatar y regenerar el partido que siempre ha sido útil a México y cuyos ideales tienen plena vigencia empezando por el bien común traducido como bienestar.
El panismo veracruzano fue sometido a la obsesión por el triunfo electoral, no se reparó en los medios ni en la calidad de los candidatos, hubo un momento en que ponían a cualquier candidato en los procesos electorales y ganaba por la aceptación que tenía el PAN en ese momento. Había candidatos que ganaron sin hacer campaña, únicamente porque la gente le apostó al PAN. Desafortunadamente muchos de esos candidatos defraudaron al electorado, pues no cumplieron sus expectativas y eso se vio reflejado en que los veracruzanos lo pensaron dos veces antes de volver a votar por el PAN. Esta situación tiene que cambiar: el PAN deberá analizar perfectamente el perfil de sus próximos candidatos y no poner como candidatos a personas que no garanticen el triunfo en las urnas.
Hubo una enorme distancia entre el decir y el hacer, les faltó congruencia a algunos candidatos. Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, el nuevo líder que tendrá el PAN en Veracruz y quien deberá hacerle frente al proceso electoral de 2021 debe tener claro que conciliar principios y acciones constituyen el principal reto del panismo jarocho.
Para este nuevo desafío, el PAN de Veracruz necesita devolverle la estafeta a esos liderazgos que por sus principios ideológicos y trayectoria le han dado fuerza, apuntalaron el crecimiento del partido y que fueron desplazados por esas ambiciones de quienes pensaron que ejerciendo el poder absoluto serían la salvación de Veracruz.
Hay descontento ciudadano pero la base del PAN, su surgimiento mismo, fue desde la ciudadanía y con una doctrina clara: el humanismo, el cual se perdió por gente que llegó al partido a saciar sus ambiciones personales. Hubo personas de otros partidos políticos que llegaron al PAN sólo para obtener el poder por el poder sin pensar en el humanismo ni en el bien común. Al ver que en sus partidos no obtenían lo que buscaban, decidieron emigrar al PAN, donde les abrieron las puertas sin imaginar el costo político que esta acción tendría en un futuro. Después de abrirles las puertas a esos refugiados de otros partidos políticos, esos panistas se dieron de topes contra la pared, pero ya era demasiado tarde.
Esas personas que llegaron al PAN para buscar enriquecerse y obtener cargos públicos, desplazaron a los panistas de antaño, esos que se rompían la madre en cada proceso electoral para hacer ganar a sus candidatos, esos panistas que trabajaban para obtener un cargo en la administración pública y que al final no recibían nada. Pero que volvían a trabajar a favor de su partido con la esperanza de que soplara el viento a su favor en ese año electoral, y así pasaron los años y se hicieron viejos los panistas sin haber disfrutado del fruto de su trabajo.
Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza está llamado a ser una figura clave en el reto de rescatar y regenerar el PAN en Veracruz. Sería un error de Joaquín Guzmán Avilés no llamarlo a estas tareas. El panismo veracruzano busca a Francisco Gutiérrez de Velasco para encabezar un movimiento interno que permita darle una salida por la puerta de enfrente a los Yunes.
Gutiérrez de Velasco ha convivido con todas las fuerzas políticas, su padre Alfonso Gutiérrez de Velasco Oliver, fundador del PAN en Veracruz, le inculcó la doctrina panista aunque fue hasta el 2004 que la famila le permitió buscar la presidencia municipal de Boca del Río, la cual ganó.
Con una administración honesta, de servicio y teniendo como eje de gobierno los principios del PAN, Paco Gutiérrez cimentó al PAN boqueño y fue pieza fundamental para que Acción Nacional consolidara un bastión panista en la zona centro que permitió hacer crecer al partido. Su administración fue ejemplo nacional de los buenos gobiernos panistas.
Arquitecto de profesión, junto con su padre y familia consolidaron “Gutiérrez de Velasco, S.A. de C.V.”, constructora que ha sido motor de desarrollo urbano en la obra pública y privada en la entidad veracruzana y diferentes partes del país. Paco ha sido legislador, funcionario federal y estatal, un crítico constructivo al interior del PAN en Veracruz. Siempre ha sabido conciliar principios con hechos. Ha participado pero también se ha involucrado, cuando es necesario ha guardado prudencia. Tiene cualidades y principios que pudieran darle un impulso al panismo estatal.
Paco sabe que tiene deberes con el PAN, dialoga y se involucra, analiza, está dispuesto a involucrarse a la brega de la eternidad panista que muchos pensaron ya no era necesaria porque habían alcanzado el triunfo electoral y hasta soñaron con heredar la posición política que les fue concedida por un pueblo áivdo de justicia y mejor rumbo, esperanza que aun el PAN puede recuperar si involucra a sus verdaderos liderazgos salidos de sus entrañas.