Leopoldo Tlaxalo
El actor Oscar Traven, quien estuvo en el puerto de Veracruz durante un mes filmando la película “La fuga de Adrián Morales”, se sintió muy bien con la hospitalidad que le brindaron los veracruzanos y le gustaría ser invitado al próximo carnaval de Veracruz, donde podría participar en un carro alegórico, pero no descarta la posibilidad de ser rey de la alegría en años posteriores, aunque tendría el único inconveniente de que él no nació en Veracruz y las reglas que marca la convocatoria del comité del carnaval son muy estrictas, por lo que estaría impedido para ser rey.
Sobre su estancia en Veracruz, la cual concluyó la semana pasada, Traven comentó: “Veracruz nos ofreció todo lo que necesitábamos para desarrollar esta historia basada en un hecho real que le sucedió al productor Adrián Morales, me impactó tanto la historia que dejé proyectos de trabajo y de mi vida personal para prestarle mi cuerpo, mi alma, mi espíritu al personaje que encarné, al teniente general Mosqueda, llamado “Café amargo”, que existió por supuesto en la vida real, este tipo ya ochentón lo agarraron y lo dinamitaron, tuvo una muerte terrible, sobre todo estos cuatro personajes que llevamos el peso de la película”.
Estas son el tipo de historias en las que le gusta participar a Oscar Traven, le atrajo que fuera un hecho real y le entristeció el tema de las guerras, pues considera que éstas no tienen ningún sentido ni dejan nada positivo para el país donde se realizan. “El gran error del ser humano es participar en guerras, ¿por qué esa actitid beligerante?”.
A pesar de señalar que regresando a la ciudad de México le esperan muchos proyectos, el actor no quiso abundar en detalles sobre los mismos pues tiene miedo que se le ceben. “No se platican porque se me ceban, la ley de Murphy dice que si platicas un proyecto se te ceba, tengo un programa de concursos con Marco Antonio Regil, “Recuerda y gana”, además de otra película que deje pendiente. También leo en Bellas Artes cuentos para la niñez y juventud, teatro en atril”.
Recordó que los 15 primeros años de su carrera artística hizo teatro y a partir de 1990, el productor Luis de Llano Macedo le dio la oportunidad de participar en las telenovelas “Alcanzar una estrella I” y “Alcanzar una estrella II”, además de la película que se hizo sobre la novela, donde encarnó al villano Roger Escamilla. “Una cosa es la carrera del actor y otra la de la estrella, requieren de mentalidades y espíritus diferentes”.
Traven ha tenido la oportunidad de actuar tres ocasiones en el teatro Clavijero, en “El avaro” de Moliére, donde compartió créditos con Ignacio López Tarso, “Pájaro azul” con la compañía de Blanca Sánchez (qepd), donde hacía tres papeles y recientemente en “El amor no tiene edad” con Jaqueline Andere, Eduardo Santamarina y Chela Castro (qepd). En otra ocasión llegó a Veracruz a grabar una película con Valentín Trujillo Jr. llamada “La virgen de la caridad del cobre”, donde también estuvo Jorge Vargas.
Oscar no tuvo la oportunidad de conocer a Juan Gabriel pero admiró su talento. “Nunca cultivé una amistad con él, pero lo admiro profundamente, quienes no hemos conqustado a una chica con una canción de Juan Gabriel, él vivía de estos sentimientos del público y no cejaba en esa miel de sentir el aplauso, el éxito, el amor del público, se fue relativamente joven a los 66 años. Mi patrón Emilio Acárraga Vidaurreta también murió a esa edad, yo tengo la precaución de ir preparándome, estoy en la juventud de mi vejez, conscientemente se que me queda máximo 20 o 25 años, hay que irse preparando para llegar a esa etapa con decencia. No le tengo miedo a la muerte, el día que se aparezca me jala las patas, le tengo un poco de miedo a la manera en la que va a llegar, a como me voy a morir tal vez”.
¿Qué le falta a Oscar Traven en su carrera artística?
“No me falta nada, antes más joven creía que el actor era todo, me enfocaba en lograr metas, en hacer Shakespeare, Moliere, luego me fui dando cuenta que es una rebanada de pastel, la otra es mi alma, mi familia, mi sexualidad, sobrevivir a este mundo muy difícil, ojalá reaccionemos que salgamos de esta barbarie de la droga, juventud perdida”. Desafortunadamente la inseguridad que se vive actualmente afecta a todos por igual en todo el país. Recuerda con nostalgia que hace 20 años Oscar se lanzaba a la calle en la madrugada y ahora no puede, por lo que lee un libro, prende la tele, se distrae de sus propios dramas existenciales, navega en las redes sociales o hace cualquier cosa que no implique salir de casa.