Mariana Dunyaska niega que haya cuenta concentradora

Observador veracruzano

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La diputada local del PAN, Mariana Dunyaska García Rojas, rechazó contundentemente que exista una cuenta concentradora para pagar todos los gastos del gobierno, pues afirmó “No se está aplicando la licuadora, vemos un gobierno responsable, donde los recursos federalizados están llegándole a quienes tienen que hacer su trabajo”.

Mariana Dunyaska señaló que en la reunión del sábado pasado con el mandatario estatal se les informó que se buscan pagos escalonados para tener posibilidad de liquidez; sin embargo reconoció que la banca comercial y privada tiene la última palabra para lograr la reestructuración de la deuda pública.

Enfatizó que el gobierno de Miguel Angel Yunes Linares evita a toda costa que se exijan pagos anticipados-acelerados y liberar las participaciones federales, ya que recordó que más del 65 por ciento de éstas son garantía de pago y eso limitaría las acciones del Gobierno, que de por sí, las condiciones que tiene el Estado ya son adversas.

Mariana Dunyaska mencionó que el mes de junio y julio serán los más pesados para cubrir el servicio de la deuda, pues en este momento se están pagando alrededor de 800 millones mensuales, y será hasta los meses de octubre o noviembre cuando se definan los nuevos plazos y el monto que se podrá renegociar con la banca privada, de desarrollo y lo que se debe por la bursatilización de la tenencia vehicular.

Recordó que el pasado fin de semana se reunieron con el ejecutivo, quien explicó que se podrían tener al menos tres escenarios de negociación: el primero, permitiría renegociar los plazos y el interés de los créditos que se tiene con la banca privada para pagar el 69 por ciento de deuda de largo plazo, sin que se detone en su totalidad la aceleración del pago.

“Lograríamos que la deuda del 7 por cierto bajara a 4.3 por ciento y quedaría estable en 2017 y 2018, pero se seguiría teniendo el déficit del 5.7 por ciento en 2017 y 5.4 por ciento en 2018”.

En un segundo escenario, detalló, la deuda se incrementaría del 7 al 11 por ciento por el servicio de deuda, lo cual dijo que sería muy grave porque la tasa de gasto corriente se incrementaría al 8 por ciento; lo que obligaría a contratar deuda de corto plazo. En el tercer escenario impositivo se logra la reestructuración en la que se renegocia el crédito de banca privada, de banca de desarrollo y la bursatilización.

“En este escenario la deuda pasa del 7 por ciento al 4.5 por ciento en 2017 y de 3.4 por ciento en 2018; es decir a la mitad de lo que se paga y el déficit financiero sería de 2.4 por ciento de todos los ingresos”, concluyó.

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