Leopoldo Tlaxalo
Nuevamente los ex trabajadores del extinto Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano marcharon por las calles del puerto de Veracruz la mañana de este lunes. Encabezados por la lideresa del sindicato teniente José Azueta, Angélica Navarrete Mendoza, los 300 ex empleados partieron de las instalaciones del extinto SAS ubicadas en Colón y Grijalva y llegaron hasta el Zócalo porteño, donde le pidieron al alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez que los atienda pero se retiraron al ver que el alcalde no asomaba las narices ni hacía el intento por escuchar sus peticiones.
Durante su discurso, la líder del sindicato teniente José Azueta, Angélica Navarrete Mendoza dijo que desde el 16 de julio del 2016, fecha en la que fueron despedidos injustamente hasta hoy 10 de septiembre de 2018, han realizado 61 manifestaciones esperando que alguna autoridad los escuche y les dé una solución a su problema. Desafortunadamente no los han atendido ni los han reubicado en su trabajo, que es lo que ellos desean.
La única esperanza que tienen los ex trabajadores del extinto SAS es que el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez revise el caso de ellos y los apoye para que sean reubicados en sus puestos, pues ante la falta de trabajo, ellos se las han visto negras, sobre todo en la época de regreso a clases porque muchos de ellos no tuvieron dinero para útiles, uniformes, mochilas y demás cosas que piden a los niños y jóvenes al entrar a la escuela.
Angélica Navarrete aseguró que la lucha continúa, no se ha detenido ni han flaqueado. El hecho de que no se manifiesten cada 15 días no quiere decir que hayan desistido de su lucha, pues seguirán hasta sus últimas consecuencias. Los afectados aseguran que han sido víctimas de violación a sus derechos laborales. Aparte de pedir que los reinstalen en sus puestos de trabajo, los ex trabajadores del extinto SAS también piden que les paguen mil 300 millones de pesos que les deben por concepto de prestaciones.
Navarrete Mendoza dijo que los empleados de grupo MÁS no tienen los conocimientos en materia de agua, saneamiento, drenaje, colectores pluviales, etc, que ellos, -los del SAS-, si poseen. Como consecuencia se inundó la ciudad de Veracruz el pasado 2 de agosto y nadie se quiere hacer responsable.