La mujer correcta…

Siéntase incómodo

Un espacio de expresión… desvergonzada.

POR: Haydée Magallanes Montalvo*

Arrancaron las campañas, esta vez con muchos ojos puestos sobre el enfoque de género. Ha sido muy curioso ver cómo los diferentes partidos han recurrido a lo primero que se encontraron bajo la manga para “cubrir” las cuotas impuestas por el INE. Desde artistas, socialités, hijas, secretarias, sobrinas… las mujeres que verdaderamente han trabajado en política desde hace años están lidiando con un desfile de absurdos y desfiguros que recrudecen un poco más la contienda electoral para ellas, esto teniendo en cuenta que también se deben enfrentar a los hombres de toda la vida.

Y sí, lo digo por el vergonzoso arranque de campaña esta semana de la morenista Nena de la Reguera, quien al ritmo del za za za, y ya casi sin voz, aún se atreve a exclamar que “es el tiempo de las mujeres”… con las chicas de un reconocido bar de table dance al fondo, en paños menores. Para rematar, justificó la maroma diciendo que con esa canción se ayuda para recordar todas las colonias de Boca del Río, porque de otra manera le sería imposible. Ya no digo más.

El problema de no entender los conceptos básicos del feminismo, y la desidia de no ponerse a investigar ocasionan que los partidos postulen lo que sea que crean que “puede pegar” sólo por el hecho de ser famosos, y que transmitan la idea de que se debe votar por las mujeres por el simple hecho de serlo… idea que propaga más machismo del que combate.

Quienes acudimos a las urnas, debemos ser lo suficientemente críticos para distinguir la diferencia entre un candidato puesto a modo y uno con verdadera preparación; en términos de género se definiría con que no basta con poner a cualquier mujer a contender en un cargo público para que todas las feministas vayamos a raudales a votar por ella (si no, pregúntenle a Margarita Zavala), lo importante es que sea la mujer correcta, es decir, que demuestre preparación para atender todo lo relacionado con la administración pública, que abandere nuestras causas de forma auténtica y no nada más como trampolín para vivir del erario, que se preocupe por los problemas reales de las mujeres y que no espere un voto por el simple hecho de ser mujer.

¿Quiere desenmascarar a un candidato o candidata que se disfraza de feminista? Pregúntele sobre temas como el aborto, el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas homoparentales, la inclusión de sectores vulnerables en las políticas públicas y los Derechos Humanos y todas esas cuestiones disparatadas que hace rasgar las vestiduras a tantos fascistas de clóset… ¡Aguas!

*Comunicóloga, feminista, rockera y con el mal hábito de llamar a las cosas por su nombre.

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