Observador veracruzano
Transcurridos tres días de que se celebró la elección del domingo, donde desafortunadamente los votos de la ciudadanía no lo favorecieron,
el candidato a la gubernatura de Veracruz del PRI Héctor Yunes Landa reapareció en el café de la parroquia, donde se retractó de lo que había dicho el lunes en Xalapa, respecto a que aceptaba su derrota. Ahora dice que nadie se puede declarar ganador o perdedor de la elección hasta que el Organismo Publico Electoral Local así lo defina. El mensaje se lo dirigió al candidato panista, Miguel Ángel Yunes Linares, quien presume su triunfo avasallador y se rumora que ya inició la conformación de su gabinete estatal.
“La elección no la define ni el candidato que la ganó ni otros quienes la perdimos, lo determina la autoridad electoral y más en una elección tan cerrada como fue el caso de Veracruz”, sentenció Héctor, quien rechazó que el lunes haya admitido su derrota, sólo admitió los resultados del conteo rápido pero para que la victoria de Yunes Linares sea oficial falta el anuncio oficial de la autoridad electoral.
Presumiendo que es un hombre disciplinado y respetuoso de las instituciones, dijo que respetará los resultados finales de la elección y no hará nada que afecte a Veracruz ni a los veracruzanos.
“Yo no quise dejar en la incertidumbre a la sociedad veracruzana, a la gente del partido mío y a quienes me apoyaron, fue una posición de responsabilidad. Yo no quiero que haya desorden o ingobernabilidad en Veracruz es lo que menos deseo, yo lo dije como candidato, esperaré a que esto se decida con la autoridad electoral”.
Hasta que conozca el resultado oficial definirá si retorna al Senado de la República a concluir su periodo o se dedica a otra cuestión.
Entrevistado en conocido café del puerto, donde fue saludado por integrantes de la red evangélica y empresarios de la construcción que se encontraban en el lugar, el legislador con licencia se dijo respetuoso de las opiniones vertidas por el Senador, José Yunes Zorrilla, quien consideró que la virtual derrota del PRI se debió al mal gobierno de Javier Duarte de Ochoa.