Leopoldo Tlaxalo
El problema por el desabasto de agua que se está presentando en la zona conurbada Veracruz- Boca del Río- Medellín está afectando a hoteleros y restauranteros, los cuales consideran que las pérdidas económicas por la falta de este servicio podrían superar los dos mil millones de pesos, si el problema no se atiende a tiempo, por lo que solicitan a las autoridades correspondientes solucionar el conflicto. Y en casos extremos, estarían de acuerdo en que se utilizara la fuerza pública para desalojar a los trabajadores del SAS que están afectando a los miles de usuarios de agua potable.
El presidente de la asociación de hoteles y moteles, Fernando Ortiz González y el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, Dany Martín Lois ofrecieron una conferencia de prensa para dar un pronunciamiento respecto al problema que afecta a miles de veracruzanos, pero sobre todo a los empresarios de servicios turísticos pues por la falta de agua algunos clientes que ya habían hecho sus reservaciones para venir a Veracruz en esta temporada vacacional han tenido que cancelar su estancia en la zona conurbada, pues no les interesa permanecer en un lugar donde no hay agua para bañarse.
Los empresarios están preocupados porque no hay agua en sus negocios y esto les afecta en su economía, pues los clientes que frecuentan restaurantes y los turistas que vienen a Veracruz no quieren estar en un lugar donde haya desabasto de agua. Los hoteleros tampoco pueden ponerse exigentes con las tarifas que ofrecen a la clientela, pues al no tener el servicio de agua potable, los clientes pueden regatear que les den un precio más barato al no contar con este servicio. Más de 400 negocios se h
an visto afectados por la falta de agua.
Para solucionar el problema, los hoteleros y restauranteros se han visto en la necesidad de adquirir el vital líquido con las pipas de agua, pero esto les genera un costo de 800 a mil 300 pesos. Aparte los empresarios tienen que esperar 36 horas para que les surtan su pedido. La solución no es por supuesto que haya más empresas que abastezcan de agua a los hoteles y restaurantes, se tiene que solucionar el conflicto o en casos extremos, algunos negocios se verán en la necesidad de cerrar sus puertas. No se imaginan que este problema dure más de tres días, porque si las autoridades siguen permitiendo que los empleados del extinto SAS hagan lo que se les pegue la gana sin pagar las consecuencias de sus actos, a los que les va a tocar bailar con la más fea es a los empresarios.
Una buena idea es que de otros municipios cercanos nos envíen el vital líquido. Los hoteleros y restauranteros ya se estaban rascando las manos de todo el dinero que iban a recibir por la prestación de sus servicios, pensaron que el periodo vacacional sería exitoso, pero no esperaban que se fuera a presentar este lío que debió haber sido previsto por las autoridades.