Leopoldo Tlaxalo
Gustavo Adolfo Payán, David Ambrosio y Martín Lozano Sánchez son tres de los 22 candidatos a la Fiscalía Anticorrupción que estuvieron en el café de la parroquia para ser entrevistados por los reporteros en ruedas de prensa donde los tres asesguraron que son la mejor opción para encabezar esta Fiscalía.
Gustavo Payán ya está descalificado desde el prinicipio porque está vinculado al Partido Revolucionario Institucional y para ser Fiscal no se debe tener ninguna afiliación partidista, pues eso limitará su tarea como Fiscal.
Por su parte, David Ambrosio comentó que la ciudadanía está más preocupada por saber quien va a ser el Fiscal Anticorrupción, por ver si el gobernador electo meterá a la cárcel al que salga, “cuando la sociedad debe estar preocupada por el quehacer económico, porque la sociedad vive del bienestar económico, no de los problemas”. El nuevo fiscal lo puede proponer la actual o la nueva legislatura, siempre y cuando tengan un sentido objetivo y no se vean orillados los diputados a elegir a alguien sólo porque es su amigo. “Lamentablemente estamos gobernados por partidos políticos y éstos tienen un 91% de descrédito. Hay que ser nosotros los ciudadanos independientes los que levantemos la mano y digamos: ‘yo también quiero gobernar y voy a romper ese esquema monopólico”.
Ambrosio se echó muchas flores diciendo que quiere ser Fiscal porque tiene el mejor perfil, la experiencia y expersticia, porque en su carrera profesional ha estado involucrado con investigaciones ministeriales y asuntos que tienen que ver con el dinero. Él sabe cuando alguien cometió un fraude. No quiso opinar de los demás aspirantes a Fiscal Anticorupción, pues está más preocupado por venderse a si mismo como la mejor opción para el puesto.
En otro tema, David Ambrosio dijo que es benéfico para la economía veracruzana el que después de esta elección hayan desaparecido dos partidos: Alternativa Veracruzana y Partido Cardenista, pues los dirigentes de estos partidos ya no recibirán dinero cada que haya una elección. El entrevistado señaló que sabe que no llegará a la Fiscalía Anticorrupción porque no tiene padrinos políticos, pero hará su luchita.
Desafortunadamente, los tres candidatos a Fiscal Anticorrupción están conscientes que esta figura jurídica dependerá del Fiscal General del Estado, es decir, que Bravo Contreras será el jefe del próximo que vayan a nombrar, por lo que no podrá hacer nada sin consultárselo a su jefe. Aunque presuman de ser muy éticos e incorruptibles, es difícil encontrar un perfil de profesionista honesto para desempeñar este cargo.