Todos quieren una regiduría

Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo

Ser regidor de algún ayuntamiento es una oportunidad que nadie quiere desperdiciar porque es un cargo público en el que tienes la oportunidad de servirle a la ciudadania, es un espacio que te puede servir como trampolín para buscar otros cargos públicos posteriormente. Algunas personas que han tenido el privilegio de ser regidores han hecho un buen trabajo y eso les ha permitido seguir creciendo políticamente. Hay otros que han sido regidores y desafortunadamente no han dejado un buen antecedente de su paso en la función pública entre la ciudadanía pues cuando los veracruzanos han necesitado ayuda de algún edil, este no ha estado ahí para brindar algún tipo de asesoría, apoyo o gestión.   Antes se pensaba que sólo los militantes de partidos políticos podían acceder a una regiduría. Actualmente no es así, pues en algunos casos se puede negociar con los líderes de un partido, los alcaldes, líderes sindicales o hasta con los mismos gobernadores o secretarios para obtener una regiduría aunque no se demuestre trabajo partidista.

Aunque no se demuestre estar afiliado a algún partido político, sólo basta con tener influencias para ser regidor porque lamentablemente tal parece que la política está favoreciendo a gente improvisada, arribista, oportunista. Usted puede apreciar que algunos ediles en diversos municipios veracruzanos no cuentan con un trabajo partidista dentro de las filas de su partido que los respalde. No tienen liderazgo ni representan nada en el sector profesional en el que se desenvuelven. Hay regidores que pasan sin pena ni gloria, no dejan huella de su paso por la administración municipal, algo que avale que hicieron un buen trabajo dentro de la función pública y son dignos de obtener la oportunidad de tener otro cargo.

Hay otra clase de regidores a los que no les interesa dejar huella de su paso por la función pública, están ahí porque les interesa el sueldo que percibe un regidor pero no se preocupan por ofrecerle un trabajo de excelencia a la ciudadanía y estar con frecuencia en sus oficinas para atender a los que lleguen buscando alguna gestión. Ese tipo de regidores sólo se aparecen en quincena para cobrar, en las sesiones de cabildo donde se requiere su presencia para aprobar o desaprobar algún punto de acuerdo o propuesta. Rara vez se les ve en algún izado de bandera, no se levantan temprano  y menos en lunes, otros llegan al izado corriendo y llegando tarde, hasta despeinados y desaliñados pero ahí están.

La mayoría de la población veracruzana no conoce a los regidores que son sus servidores públicos y están ahí para servirles. Los mismos ciudadanos han mostrado un rechazo generalizado hacia la política y no se paran por las oficinas municipales a menos que vayan a realizar algún tramite. No le piden cuentas a sus regidores de lo que hacen con los ingresos y egresos de los habitantes de determinado municipio.

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