Leopoldo Tlaxalo
El Secretario de Salud Arturo Irám Súarez Villa aseguró que hasta el momento no se ha detectado que los verificadores de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios en la entidad veracruzana se presten a la corrupción, lo que vulgarmente se conoce como moches. Y es que ayer circuló la información en los medios de comunicación que unos restauranteros dijeron que habían sobornado a los verificadores de COFEPRIS para evitar la sanción a sus negocios y la clausura. Este testimonio sienta un precedente de que estos empleados tienen un precio y se dejan corromper. Se sabe que estas prácticas eran muy comunes en la pasada administración, donde reinó la corrupción.
Suárez está consciente de que en algún momento o en algún municipio por necesidad o por X razón los verificadores pueden prestarse a la corrupción, pero en la administración yunista han instaurado un nuevo modelo de vigilancia sanitaria cuyo objetivo es impedir que sigan cometiéndose estas prácticas poco éticas. A los restauranteros tampoco les gusta tener que pagar mordida, prefieren que les hagan las observaciones pertinentes sobre las anomalías que pudieran presentar sus restaurantes para corregirlas y ofrecer un buen servicio a la clientela.