Observador veracruzano
El alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil negó tajantemente que vaya a hacer cambios en su administración municipal como se ha rumorado, luego de la derrota del PRI en las pasadas elecciones.
Pero aquellos directores del Ayuntamiento de Veracruz no pueden cantar victoria ni aflojar el paso pues en cualquier momento pueden perder su chamba, nadie tiene la papa segura. Constantemente Ramón Poo está evaluando a sus empleados y se da cuenta quienes están dando resultados y quienes no. Desafortunadamente el trabajo de la mayoría de ellos deja mucho que desear y los mejores evaluadores son los ciudadanos. Ramón también toma en cuenta la vox populi., la posibilidad de correr a alguno de sus directores siempre será latente con el fin de mejorar la operación del Ayuntamiento y el trabajo a favor de la ciudadanía. Poo no es de los funcionarios que acostumbre avisarles a los medios de comunicación cuando está a punto de despedir a alguien, simplemente les da las gracias.
Dentro de la administración de Ramón Poo, hay una persona que le pasa datos a los reporteros sobre los cambios que hará el alcalde. Se habia dicho que se iban Lupita Tapia, directora de Desarrollo Social; Gilberto Zamorano Morfín, director de Gobernación y Elisa Tagle Pérez, directora de comunicación social. Los dos primeros porque no dieron buenos resultados en las elecciones del pasado 5 de junio en los distritos XIV y XV, donde arrasó el PAN. El nombre de Elisa Tagle se ha ventilado como posible dirigente municipal del PRI en sustitución de Raúl Díaz Diez, quien si tuviera dignidad ya hubiera renunciado a su cargo después de la desastrosa derrota que en parte fue culpa suya, pues esta es la segunda derrota priísta en la que él funge como dirigente municipal. Los priístas consideran que la Tagle podría hacer un mejor trabajo, además ha demostrado trabajo y amor a la camiseta priísta desde hace 18 años, pues la primera campaña en la que participó fue la de Miguel Alemán en 1998.
Poo reconoció que después de una elección suelen hacerse modificaciones en los gabinetes de trabajo pero en su caso las reingenierías no tienen que ver con cuestiones políticas. “Se hablaba, siempre los cambios que se pudieran dar son por cuestiones de área de mejorar la atención a la ciudadanía, yo entiendo que después de un proceso electoral como el que acabamos de pasar haya un protocolo de lo que sucede y uno de ellos es la cuestión de los cambios. Yo entiendo los cambios en un gabinete para mejorar la operación y atender mejor a los veracruzanos”.