Observador veracruzano
El ex gobernador de Veracruz en el periodo 1998-2004, Miguel Alemán Velasco acudió a votar con su esposa Christiane Magnani de Alemán y al ser entrevistado por los reporteros aseguró que la actual administración de Javier Duarte de Ochoa es muy gris,
pues ni él mismo entiende el gobierno que ya va de salida. Muy lamentable que siendo priísta destacado y ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán tenga esa percepción del actual gobierno que encabeza precisamente otro priísta.
Aunque Alemán nunca se atreverá a reconocer abiertamente que si hace falta un cambio, pues los gobiernos priístas ya cumplieron su ciclo. No lo dijo, pero está consciente de que la ciudadanía muestra un hartazgo hacia el PRI por un trabajo que dejó mucho que desear en estos seis años en los que destacó la impunidad, corrupción, desvío de recursos, robo a despoblado en hospitales, lo que provocó la muerte de miles de inocentes que no pudieron acceder a los medicamentos y tratamientos para sus enfermedades. Y como si esto fuera poco, los cientos de desaparecidos que son llorados y recordados por sus familiares, quienes se lamentan de que las autoridades estatales no le den seguimiento a sus casos.
Lo que si reconoció Miguel Alemán en la entrevista banquetera que se le hizo, es: “no veo que el estado vaya a salir adelante”. Alemán se muestra optimista y considera que la mala imagen del gobernador Duarte de Ochoa no afectará el proyecto del candidato priista, Héctor Yunes Landa, pues ambos son personas difererentes con trayectorias opuestas, a pesar de pertenecer al mismo instituto político.
Cuando se le cuestionó si la mala imagen del actual gobierno, afectará la votación a favor del candidato tricolor, con ese cinsimo que le caracteriza, respondió: “No, ¿usted es casado?, ¿le afecta su esposa?”. Acto seguido, vinieron las risas de los presentes.
Miguel Alemán Velasco acudió a votar en la casilla sección 511 del distrito XVI. No cabe duda que los años no pasan de balde, el señor luce muy deteriorado con el paso de los años. Además con la ancianidad, bajó algunos centímetros de estatura. Llegó con unos lentes oscuros y portando una guayabera blanca, pantalón de vestir café, zapatos cafés y del brazo de Christiane. Hay que reconocer que a sus ochenta y tantos años, la señora todavía luce de buen ver, dicho con todo respeto, portaba un vestido estampado sin mangas que dejaba al descubierto sus brazos. El ex gobernador y su esposa llegaron acompañados del abogado del diablo, Jorge Reyes Peralta; su hijo, Jorge Reyes Leo y el médico Mauro Loyo Varela.
Para finalizar, el ex gobernador pidió a la población que no se dejen engañar por los mensajes intimidatorios que enviaron a través de teléfonos celulares y redes sociales inhiniendo el voto “porque la cosa se va a poner cabrona”.