Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo
Con el propósito de que no sea aprobada la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto en torno a los matrimonios igualiarios y que las personas del mismo género puedan adoptar hijos, aproximadamente 12 mil personas del Frente Nacional de la Familia, representantes de diversas iglesias y sectas religiosas, así como miembros de la sociedad civil marcharon por el boulevard Ávila Camacho, partiendo del Acuario de Veracruz hasta el Zócalo. Los presentes portaban ropa blanca, globos blancos y pancartas o cartulinas en la que expresaban que lo ideal es la familia natural formada por un hombre, una mujer e hijos.
Los coordinadores en Veracruz puerto de esta marcha fueron Alejandra Yáñez y su esposo ,quienes dicen ser integrantes del Frente Nacional de la Familia. Ambos esperan que la iniciativa del presidente que le da los mismos privilegios a la comunidad gay que a los heterosexuales no sólo se quede congelada, sino que sea desechada para evitar que se casen y puedan adoptar parejas homosexuales. Aunque decían que la marcha no era homofóbica, si lo era desde el momento en que una de sus peticiones es que los miembros de la comunidad LGBTTTI no gocen de los mismos derechos que los demás.
Otra de sus peticiones es que los libros de texto de biología no aborden temas sexuales en los que puedan fomentar la homosexualidad o el lesbianismo como algo natural, algo que ellos llamaron ideología de género en la que los niños, en la escuela, puedan disfrazarse de diversos personajes no importando si son niños o niñas. Esa situación no es bien vista por los padres de familia y aunque eso no aparece en los libros de texto actuales, ellos quieren oponerse a que esos temas salgan publicados pues no tienen miedo ni temor, tienen pánico de tener un hijo homosexual o lesbiana. No se dan cuenta que cuando sean viejos, son los que se quedarán cuidando a los padres en su vejez.
Alejandra Yáñez, quien iba acompañada de su esposo e hijos, explicó que según unos estudios médicos lo mejor es que el niño crezca en un ambiente donde haya papá y mamá, pues así ha sido toda la vida y se niega a que este modelo familiar se transforme. Añadió que si tuviera un hijo con otra orientación sexual lo querría igual pero marcharía en contra de sus derechos porque no considera que este estilo de vida sea adeucado para el entorno familiar. Comentó que en la marcha caminaron homosexuales que tampoco están de acuerdo con la iniciativa del matrimonio igualitario. Lo más curioso es que en esta manifestación, efectivamente, se pudo apreciar familias formadas por mamá y papá que iban con sus hijos homosexuales. Es decir, los propios padres, están en contra de que sus hijos tengan los mismos derechos que los demás.
También vimos a la diputada federal panista Gabriela Ramírez Ramos, quien siempre se ha manifestado en contra de que los homosexuales puedan adoptar hijos. A ella se la entrevistó, pero su postura no asombra porque el PAN siempre ha sido un partido mocho en este sentido. Aquí habría que analizar la postura de partidos que presumen ser más liberales como el PRD, Morena, entre otros. Se supo por fuentes oficiales que esta marcha se llevó a cabo simultáneamente en cerca de 120 ciudades y que en todas se contabilizaron más de un millón de personas, quienes están en contra de que se apruebe el matrimonio igualitario y la adopción gay. Hubo ciudades donde desfilaron más de 200 mil personas.
Lo más triste del asunto para la comunidad LGBTTTI es que esta iniciativa creada con el propósito de que todos sin excepción tengan los mismos derechos es muy probable que no sea aprobada, pues los mismos priistas consideran que no es prioritaria y que hay otras iniciativas más importantes que deben ser analizadas para su aprobación o no. No será aprobada en esta legislatura, seguirá en la congeladora, pero no por la presión de la marcha del Frente Nacional de la Familia, sino porque desafortunadamente los diputados y el gobierno no se quieren meter en problemas con la iglesia católica, como sucedió con la ley antiaborto que fue hecha para satisfacer a los representantes del clero sin pensar en los derechos de la mujer. Algunos diputados se les olvida que el pueblo es el que manda, pero prefieren seguir de lamebotas con la iglesia católica, la cual por ley no debería meterse en cuestiones que sólo le importa al Estado o a la Federación.
Por cierto muchos sacerdotes de iglesias del puerto de Veracruz deben de estar temblando porque el presidente de una asociación lésbico gay amenazó con sacar a la luz pública nombres y fotos de aquellos párrocos que son homosexuales y asisten a los antros gays donde dan rienda suelta a su pasión reprimida. Guardan su sótana y por un momento olvidan que su cuerpo les pertenece a Dios y que hicieron un acuerdo ante Él para no tener relaciones sexuales. Es una lástima que toda esta gente que desfiló en Veracruz supuestamente por la familia no sepa o no quiera entender que están siendo utilizadas por el Yunque para sus aspiraciones políticas del 2018. Los organizadores y la propia iglesia católica sabe perfectamente que esta iniciativa ya fue congelada y desechada, pero están siendo manipulados por una mente perversa.
El que se enojó con las preguntas de un reportero incisivo fue el Obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, quien dijo que esta marcha no es en contra de los homosexuales, pero no puede negar lo que está a la vista de todos. Lo cierto es que en lugar de fomentar el amor al prójimo, están incentivando a que haya más crímenes de odio en contra de los miembros de la comunidad. Están fomentando también la intolerancia e ignorancia en su feligresía, pues les llenan las cabezas de ideas arcaicas. El Obispo dijo que ellos sólo defienden su concepto de familia, pero parece que el religioso no lee lo que no le conviene porque no está informado de que la CONAPRED aseguró que el promover un modelo único de familia es violatorio de los derechos humanos, pues esto genera expresiones de odio, violencia y discriminación en contra de un sector de la población.