Manifestantes del SAS le cayeron a Duarte en el colegio Rougier

POR: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo

Aunque el evento no estaba contemplado en la agenda del alcalde de Veracruz para los medios de comunicación, los manifestantes del SAS, -quienes tienen un aliado dentro de la administración poocista que les informa santo y seña de donde estará el alcalde-, llegaron hasta el colegio Rougier con la serie de reclamos que han expresado desde hace mes y medio. Ahora para buena o mala suerte de ellos, los reclamos los escuchó el gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien estuvo en el evento, pero como este hombre no arregla ni la cama donde duerme, sabemos que no hará nada por ayudarlos. Al contrario, dicen que siendo más malo que la carne de puerco, si puede los perjudicará.

Vestido con un traje color oscuro y con el rostro visiblemente demacrado, lo cual indica que está enfermo, el gobernador encabezó la promulgacion de la Ley de la vida que fue posible gracias a la aprobación de las reformas al artículo cuarto constitucional. Esta ley entrará en vigor cuando sea publicada en la Gaceta Oficial del Estado. A favor de esta ley votaron muchos panistas y priístas, la mayoría de ellos, salvo ligeras excepciones como Mónica Robles Barajas.

Los ex trabajadores del SAS están dispuestos a convertirse en el dolor de cabeza de Ramón Poo Gil, amenazan con seguirlo a todos los lugares públicos donde se presente para reclamarle por haber extinguido el organismo. Ellos no ven que ya no era viable seguir sosteniendo el SAS y que por esa razón tuvo que desaparecer, lo que les preocupa, -y es obvio-, es que perdieron su empleo y en lugar de buscar otras fuentes laborales, insisten en que les devuelvan el trabajo que tenían porque las prestaciones a las que tenían derecho eran muy atractivas. Difícilmente volverán a encontrar otro trabajo donde les proporcionen ese tipo de prestaciones y por eso se oponen a la privatización del servicio del agua en Veracruz, pero dicen los que saben que en esta acción ya no hay marcha atrás. Y es lamentable por los ex trabajadores de la dependencia, quienes tienen familia que mantener, pero dice un abogado que cuando una empresa ya no funciona lo mejor es cerrarla, desaparecerla, bajar la cortina….y obviamente liqudar conforme a la ley a los trabajadores, ni un peso más ni un peso menos, simplemente lo justo. Las liquidaciones se las ofrecieron, pero eso no es lo que ellos quieren. Tampoco quieren ser contratados en grupo MÁS, porque aunque pudieran pagarles lo mismo, no incluye prestaciones.

Esta ocasión los del SAS se enteraron de que en el evento del colegio Rougier no sólo estaría el alcalde, sino también el gobernador y se plantaron a la entrada de la escuela con la intención de reclamarle a ambos funcionarios por haber permitido la extinción del sistema. Portaban pancartas y expresaban su pesar, Duarte los escuchó, pero está más preocupado por salvar su pellejo que por el futuro de otros que ni son de su familia. A pesar de que prometió que intervendrá en el conflicto del SAS con la autoridad municipal, no lo hará pues si algo le molesta es que los ciudadanos se manifiesten con pancartas en los eventos públicos. Eso lo pone furioso.

En la firma de la también llamada ley antiaborto, Duarte estuvo acompañado del alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil;la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado,  Octavia Ortega Arteaga; el presidente de la Junta de Coordinación Política,Juan Nicolás Callejas Arroyo; el Secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado y el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios; entre otros. Esta ley la defendieron a capa y espada los líderes religiosos, quienes siempre quieren imponer su voluntad y que todos los feligreses piensen como ellos.De la misma manera como el Estado complació a la iglesia en esta ley, los religiosos esperan que también den marcha atrás a la ley que permite que los homosexuales y lesbianas puedan casarse por la vía civil y adoptar hijos. Pero eso está más difícil, están de por medio los derechos de la comunidad lésbico gay. Además no todas las leyes deben forzosamente llevar el visto bueno de la iglesia católica, los representantes católicos deben comprender que no son dueños de la verdad absoluta.

Los representantes católicos son muy insistentes cuando están en total oposición con una ley que les afecta. A pesar de que Octavia Ortega niegue rotundamente que los diputados fueron presionados para aprobar esta ley, así fue, los presionó la iglesia. Precisamente por eso la firma de esta ley de la vida fue en una escuela católica, con eso queda demostrado a quienes sirven en realidad los legisladores, aparte del gobernador claro está. Logrado este punto que protege la vida desde la concepción, lo que sigue, dicen los líderes de diversas iglesias, es echar abajo la ley que da los mismos derechos a homosexuales y heterosexuales permitiéndoles adoptar porque según los religiosos esto atenta contra la familia y el objetivo para el que fue creado el matrimonio: la reproducción. Simplemente nunca van a aceptarlo y preparan una marcha para septiembre a nivel nacional en contra de esta ley.  Ya veremos si los feligreses le siguen el juego a los representantes católicos o prefieren apoyar a su propia familia porque dicen que todos tenemos un gay en casa.

 

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