A través de las redes sociales, causó indignación el caso de una usuaria de facebook que se identifica como Ileana Blanco y quien denunció públicamente que en un puesto callejero que está ubicado a media cuadra del Instituto Mexicano del Seguro Social de la avenida Cuauhtémoc le cobraron 225 pesos por una quesadilla.
La usuaria detalló que los hechos se registraron este lunes. Le generó sorpresa el costo de la quesadilla y reconoció que no preguntó cuanto costaba el alimento, tampoco había una carta con los precios de los productos. La joven debió haber pensado que la quesadilla costaría cuando mucho 100 pesos, pero no fue así, y tuvo que pagar la quesadilla más cara de su vida.
“Me acaban de cobrar una quesadilla en $225.00 ¿de quien es la culpa? ¿Mía por no preguntar costos? [Pedí carta o menú y me dijeron que no tenía por lo que mi “lógica” no pensó que fueran más de $100.00] O ¿Del negocio por poner precios tan exorbitantes? La quesadilla la compré en el remolque que está a media cuadra del IMSS de Cuauhtémoc”, narró la joven en su publicación en facebook.
“Amigos siempre corroboren los precios del lugar que consuman, no diré que la comida estaba fea pero siento que si me agarraron de tonta en el costo”, comentó Ileana Blanco. Los usuarios de la red social se sintieron identificados con su publicación pues a ellos también les cobraron caro por los productos en ese o en otros puestos callejeros que abusan de su clientela con precios exorbitantes.
Una usuaria compartió que hace un mes por tres quesadillas le cobraron 700 pesos, los alimentos los consumió en la banqueta. No se justifica el precio tan elevado pues los dueños del changarro ni siquiera tienen que pagar la renta de un local pues venden sus productos en la vía pública. Desafortunadamente estas personas seguirán abusando de sus clientes hasta que alguna autoridad del ramo de comercio llegue a estos puestos callejeros y les imponga una multa por esos precios elevados. Ante estos casos, los usuarios coinciden en que lo más recomendable es consumir los alimentos en sitios establecidos y que tengan precios a la vista para evitar abusos.