Héctor Yunes quiere volver a intentarlo en 2018

POR: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo

El ex candidato a la gubernatura de Veracruz del PRI Héctor Yunes Landa insiste en culpar al gobernador Javier duarte de Ochoa de su derrota en las pasadas elecciones. Hambriento de poder amenaza con volver a ser candidato en el  2018 pasándose por el arco del triunfo el pacto que hizo con su homólogo, el senador Pepe Yunes, quien también aspira a la gubernatura de Veracruz y ya dijo que el candidato en dos años será él. No hay vuelta de hoja, a menos de que pese más el padrino de Héctor que el de Pepe, pero esto es poco probable tomando en cuenta la amistad de años que existe entre Pepe  y el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

Se avecina una tormenta al interior del PRI con los dos Yunes aspirando a la gubernatura de Veracruz en dos años para el período de seis años. Ninguno de los dos querrá dar su brazo a torcer para dejarle el camino libre al otro aspirante, pero para buena o mala suerte de los veracrzuanos, logrará imponerse Pepe Yunes Zorrilla pues contará con el apoyo de un personaje importante del gobierno federal. Pero para la buena o mala suerte de los veracrzuanos el PRI seguirá en la banca por lo que sólo con un milagro lograría ganar la gubernatura en el 2018. Los veracrzuanos ya le demostraron a los malos gobernantes que  pueden utilizar el voto de castigo en las elecciones sí no cumplen sus expectativas. Ya demostraron los veracruzanos que si hasta las torres más altas se caen, puede seguir la estrepitosa caída del PRI en elecciones municipales, estatales y federales.

 Héctor Yunes está aprovechándose de que Peña Nieto no quiere a Duarte para golpearlo mediáticamente y vengarse de que, según Héctor, por culpa de Duarte perdió la gubernatura. Efectivamente Duarte tuvo parte de la culpa, pero el principal culpable es el mismo Héctor Yunes, pues durante la campaña se alió con Duarte para hacer campaña de guerra sucia y ataque en contra de Miguel Ángel Yunes Linares, a quien de tanto golpazo mediático lo volvieron un mártir. A Héctor no le importó que Miguel Ángel fuera su primo hermano, se unió a la guerra sucia en contra de él sin importarle que esto lejos de beneficiarlo lo perjudicaría, pues los electores no son tontos y castigan este tipo de fallas humanas.

Héctor podrá tener muchas ganas de volver a ser candidato a la gubernatura de Veracruz del PRI, pero el partido no lo tiene contemplado como candidato, pues se hizo un pacto con Pepe Yunes y ya está dicho que éste irá en 2018, por lo que Héctor tendrá que esperarse hasta 2024, pero en ocho años la competencia estará más reñida y habrá más personajes políticos esperando la tan anhelada candidatura. Y en ese año, el PRI tendría una posibilidad de obtener el triunfo superior a la del 2018, año en el que el PRI volverá a perder la elección a nivel estatal en Veracruz, según el pronóstico de analistas políticos, quienes señalan que los siguientes ocho años serán gobernados por el PAN en Veracruz, con posibilidades altas de que MORENA trate de quitarles el triunfo en dos años, pues el partido de AMLO crecerá a pasos agigantados y puede ganar algunas gubernaturas en 2018.

Los siguientes meses serán malos para el gobernador Javier Duarte de Ochoa, pues podrían echar abajo todas las iniciativas que él propuso ante el Congreso del Estado para seguir perjudicando las finanzas públicas, ponerle obstáculos al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares en sus primeros meses de gobierno y dejar protegidos laboralmente a sus empleados y gente de confianza por medio de la basificación. Seguirá creciendo el rechazo colectivo hacia Duarte y las autoridades correspondientes sacarán a la luz pública más información que muestra el nivel de corrupción que caracterizó al gobierno de Duarte, datos que si bien no asombrarán a la ciudadanía, si la indignarán. El rechazo se hará más evidente en las redes sociales. Si el gobierno federal quiere recuperar un poco la credibilidad y aceptación perdida por las malas decisiones en contra de la ciudadanía, deberá meter orden en Veracruz y hacer lo propio para que Duarte pague por los delitos cometidos en contra de las finanzas públicas y que devuelva lo robado. De lo contrario, se espera un panorama desolador para el 2018 en las eleccionnes federales, que podrían dar un giro inesperado para los priistas que se convencerán que es cierta esa frase de que no hay mal que dure cien años.

 

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