Observador veracruzano Leopoldo Tlaxalo
Héctor Yunes Landa, candidato a la gubernatura de Veracruz del PRI, negó que esté invirtiendo recursos públicos para pagarles dinero a reporteros y dueños de portales electrónicos o revistas para que emprendan una campaña de lodo en contra del candidato panista, Miguel Ángel Yunes Linares. Afirmó que él no está detrás de la guerra sucia que se ha desatado en contra de Yunes Linares en las redes sociales y a través de personajes resentidos.
¿Usted le cree que no tenga necesidad de desacreditar a su primo? Hay un dicho que dice que en la guerra y en el amor todo se vale, y Héctor lo aplica a la perfección, pues cada que tiene oportunidad golpea mediáticamente a su primo. Si no supiera que éste va arriba en las encuestas, ni siquiera lo voltearía a ver.
Héctor comentó que Miguel Ángel Yunes Linares tiene muchos enemigos, tanto en su propio partido como fuera de él. Hay muchos políticos que lo odian y tratarán de evitar que gane la gubernatura. Hay que ver si él estaría dispuesto a aliarse con los enemigos de su primo con tal de impedir que Miguel llegue a la gubernatura, pues si esto ocurre rodarán muchas cabezas priístas y obviamente aquellos que han gozado de estos privilegios no quieren que esto suceda.
Héctor volvió a lanzarle el reto a su contrincante Miguel Ángel Yunes Linares que consiste en que este jueves abran sus casas para que los ciudadanos se cercioren si realmente viven acorde con los ingresos que han obtenido a lo largo de su carrera política. También quiere que abran las casas de los hijos de Yunes Linares. Por supuesto, la propuesta fue desechada por MIYULI, ya que es descabellado porque pondría en riesgo a ambas familias. Y más, estando tan graves los problemas de inseguridad.
Héctor no hará caso a los pronunciamientos de su primo Miguel respecto a que cuestione lo que hicieron Fidel Herrera y Javier Duarte. No puede patear el pesebre, que no entiende Miguel que no emprenderá ninguna acción en contra de sus propios compañeros de partido. Dijo que se opuso a la bursatilización, que está limpio y no tiene cola que le pisen.
Todo iba muy bien en la conferencia hasta que un reportero lo cuestionó porque no había propuesto ninguna ley para combatir la corrupción cuando fue diputado y senador. Héctor contestó que no importa que no lo hubiera hecho antes, que lo hará ahora. ¿Qué le hace pensar a usted como elector que ahora si cumplirá con sus promesas, si antes no movió un dedo para combatir la corrupción?
Por segundos se quedó callado, se llevó la mano a la boca y pensó que respuesta darle al reportero. Héctor llegó a la conferencia un poco retrasado. “Ya se está aduartando”, comentaron algunos tundeteclas. Ingresó al café de los 200 años saludando a todos los comensales. En una de las mesas estaba Alberto Silva Ramos, coordinador de comunicación social de Gobierno del Estado, con quien no se mostró muy afectivo. Lo saludó casi a regañadientes y por cortesía, pero no le simpatiza. Y hace bien en tener lo más lejos posible a todo lo que huela a Duarte. Y el Cisne no sólo huele, apesta.
Después de contestar todas las preguntas de los reporteros, se dirigió a la mesa de Félix Malpica Valverde, “Felillo” pa’ los cuates. Se sentó con él y su esposa, María de los Ángeles Bada de Malpica. En esa mesa también estuvieron Gustavo Filobello y Javier Moranchel, “brillantísimos” asesores de Héctor. Se comieron unos huevos tirados con su lechero mientras hablaban del debate y como le ha ido al candidato en la campaña. Esaú Valencia estaba a unos metros de su jefe, por si algo se le ofrecía.
La conferencia fue observada muy de cerca por Alberto Silva, quien se hizo chaquetas mentales pensando que él pudo haber sido el candidato. “Ya será para la de seis años, a Pepe Yunes le volveremos a dar largas”, le prometió Duarte.
En la parroquia de los 200 años también estuvo el equipo de prensa de Manlio Fabio Beltrones, quienes llegaron de avanzada para preparar la logística del evento de la tarde- noche que se realizó en el dren B de la colonia Venustiano Carranza de Boca del Río. Este evento contó con la presencia de más de diez mil veracruzanos, quienes llegaron de diversos municipios. Esto fue como un dardo al corazón azul, pues hay que recordar que esta colonia es bastión panista.