Observador veracruzano
Corrupción y tráfico de influencias hubo detrás de la polémica sesión fotográfica que tuvo como locación el aeropuerto de Xalapa, en la que una pareja comprometida en matrimonio decidió tomarse imágenes en el hangar del Gobierno del Estado de Veracruz y en las aeronaves que recientemente fueron donadas al Fiscal General, Luis Ángel Bravo Contreras.
El fotógrafo, quien aparece en Facebook como Ángel Parra Fotopro, fue quien realizó la ostentosa serie fotográfica que de inmediato promocionó en su cuenta; y aunque las autoridades estatales fueron muy criticadas por la ciudadanía y los medios de comunicación al permitir el uso de los helicópteros, el autor dijo que no incurrió en ningún delito ya que solicitó los permisos correspondientes.
Sin mostrar documentos de autorización para hacer uso de los helicópteros y del espacio, hoy se sabe que el autor de la sesión no sólo es fotógrafo de fiestas, también es funcionario del gobierno del Estado de Veracruz, contexto que lo ubica en una posición ventajosa con respecto del uso de los bienes estatales.
En la sección de información, que conforman la carátula de su cuenta de Facebook, el funcionario presume su cargo de funcionario público dentro de la administración duartista, como “Analista de vigilancia y fiscalización en la Contraloría General del Estado de Veracruz”, además indica que es dueño del estudio fotográfico “Ángel Parra Fotopro”, mismo que realizó el trabajo fotográfico.
Dicho funcionario que lucra con los bienes del Estado, tendría que ser castigado al tener conflicto de interés y tráfico de influencias aunque tuviese los permisos correspondientes. Ningún bien, mueble e inmueble de carácter patrimonial tendría que ser utilizado para negocios de personas ni funcionarios, y menos quienes se dedican a la vigilancia y a la fiscalización en la función pública.