Sin embargo
Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo).– En los últimos días, Miguel Ángel Mancera ha sacado del armario su ametralladora calibre 50. Con tono tranquilo, el Jefe de Gobierno ha disparado varias veces: pum, pum. Dos personajes en la mira: Guillermo Haro Bélchez y Rafael Pacchiano Alamán. Los culpa de dos cosas: una, de aplicar medidas extremas en la capital que no le aplica al Estado de México, por ejemplo; y de causar molestia a los ciudadanos con la intención de mermar su gobierno.
Son días difíciles para él. Muchos frentes abiertos. Porque no sólo son el medio ambiente o la ciudad; es también el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que parece gato con rabia. Es su futuro político. Son sus intenciones de contender por la Presidencia. Es Morena, su competencia directa.
Ayer, por ejemplo, el Senador Miguel Barbosa Huerta pidió al PRD desechar al PAN como aliado electoral. “Tenemos que ser parte de una posición verdaderamente vanguardista. Nosotros podemos competir con muchas posibilidades en el Estado de México sin pensar en una alianza con el PAN”, dijo. “Cuando en el PRD se habla de un frente democrático, progresista, no puede dejar de estar [Andrés Manuel] López Obrador, porque Morena es una fuerza de izquierda. Nosotros estamos dispuestos a hablar de un frente progresista democrático de izquierda real, que alcance el poder público; entonces debemos actuar con generosidad, con responsabilidad y no con simulaciones”.
Dijo más: “Yo sí creo que López Obrador está convencido que sin el PRD no gana la elección por la Presidencia de la República…”
Ese trompo puede perforar la uña de Mancera. Así de simple. Una alianza con Morena es el fin de su candidatura en el PRD.
Pero Mancera debe estar con un ojo al gato y el otro en la mirilla de la calibre 50. Porque por un lado está su futuro político (y no le ha ido mal: ya tiene control del PRD con Alejandra Barrales) y por el otro está lo inmediato, lo que genera molestia al ciudadano y lastima aún más sus índices de popularidad. Por eso no descuida el frente abierto que trae con el Gobierno federal, desde donde, dice, le están lanzando misiles. Le aplican medidas ambientales que no imponen al Estado de México o a las otras entidades que componen la megalópolis. Todo esto, a pesar de que la capital ha sido pionera en la defensa del aire, desde Manuel Camacho Solís hasta nuestros días, dice.
Cuando habla de esto, Mancera se ve molesto. Es un gesto raro en él, la molestia. El Jefe de Gobierno es sumamente controlado en sus expresiones. Pocas veces mueve un músculo del rostro, como se dice (eufemismo: los músculos del rostro se mueven hasta cuando dormimos).
Antes había rechazado un romance con el Gobierno federal. “Tampoco te puedo decir que estamos en un romance, ¿eh? Porque tenemos desencuentros, y porque nos peleamos. Por ejemplo, ahora. ¿Quieres el más reciente? El más reciente, con el medio ambiente, porque a mí no me parece que se afecte así a la Ciudad de México. Ahora lo he señalado, en el caso de esta Procuraduría que está incrustada ahí, en la Secretaria del Medio Ambiente. Me parece que la están utilizando para golpear a la ciudad. Me parece que quien la está conduciendo, se está equivocando. Está haciendo un trabajo político que no es el que le corresponde…”
Habla del Procurador Federal de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez, a quien suele venderse como “académico” pero quien tiene una carrera política bastante tupidita. Y habla de Rafael Pacchiano Alamán, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con una historia breve como servidor público pero con un perfil robusto en los entretelones políticos: es esposo de Alejandra Lagunes Soto Ruiz, quien parece haber aprovechado bien su cercanía con el Presidente Enrique Peña Nieto: de acuerdo con la periodista Peniley Ramírez Fernández, Víctor Lagunes, su hermano, trabaja también en Los Pinos como director general de Tecnologías de la Información en la Presidencia de la República.
Pacchiano fue Diputado federal por el Partido Verde. Mancera plantea su descontento con ese equipo federal durante la entrevista con SinEmbargo:
–Si alguien ha trabajado en materia del medio ambiente, es la Ciudad de México. Y no te hablo de mi gestión, te hablo de mucho tiempo atrás. Desde aquella decisión de [Manuel] Camacho Solís de tener implementar el Hoy No Circula, que no le cayó a nadie bien. Las decisiones de Marcelo Ebrad de impulsar el ProAire. Es decir, la Ciudad de México siempre ha venido trabajando y si tú ves la línea de contaminación de la Ciudad de México te vas a dar cuenta que aquí, en 1990, llegamos a tener días de 475 puntos de contaminación. ¡475!, casi igual que algunas ciudades que están en medio oriente, en la India, de Asia. Hoy, cuando yo recibo el gobierno, la Ciudad de México tiene de medición 200 puntos. Entonces las precontingencias se disparaban con 180 puntos; entonces tú decías: “hay precontingencia: no salgas a hacer ejercicio”. 180 puntos. De repente, el Gobierno federal cambia esta medición y a la Ciudad de México le exigen 150 y 180 [puntos]. ¿Qué empezó a haber? Pues más precontingencias. ¿Y la gente qué percibe? Pues que tiene un gobierno que no está haciendo nada: ¿cómo es posible que antes no tenía precontingencias y ahora sí tengo? En lo que le explicas que lo que hicieron fue cambiarnos la medición, pues ya llevas un buen rato de golpeteo.
El Jefe de Gobierno agrega: “Luego hicieron otra cosa más, que ya fue más estricta: Quitaron la precontingencia. Entonces, con 150 [puntos] te vas directo a contingencia. Es para que hubieran pasado cinco años de medidas [para mejorar la calidad del aire] y luego lo implementas. No que se lo exigieras así. Te reitero: si alguien ha estado haciendo cosas, es la Ciudad de México. La Ciudad de México tiene programa Hoy No Circula. La Ciudad de México está verificando hoy a empresas para que sean ambientalmente auditadas. La Ciudad de México está hablando con los empresarios. La Ciudad de México, hoy, tiene horarios para que los transporte de carga pesada no entren en las horas pico. Y de repente, viene una instancia federal y nos dice: ‘Te clausuro los verificentros. Los clausuro porque no tienes este documento que, ¿quién crees que te tiene que dar el documento y avalarlo? ¡La Federación! Oye, pues me parece que no está bien.
–Ve usted que hay un uso político…
–Pues porque, tú imagínate, cuando nosotros anunciamos: “los verificentros ya están listos, la Ciudad de México está preparada”, de repente van y te los clausuran.
–¿Sin razón o había razón?
–No había una razón para clausurar. Porque no tenías un documento, no había una razón para clausurar.
–¿Los verificentros sí estaban preparados pero no había una documentación?
–Porque ese documento no nos lo exigieron en 20 años, en 22 años. ¿Por qué en 22 años no exigieron ese documento y ahora sí?
–A ver, dele una lectura un poco más fuerte..
–Y si estuvimos trabajando juntos el tema de las normas y las actuaciones, eso es como un: “Qué crees, que se te olvidó lo del documento y por ahí me voy a ir”.
–Deme una lectura un poco más fuerte. ¿Por qué afectarlo? ¿Hay una razón política? ¿Hay un actor político?
–Porque se les… Porque… quisieron hacer una afectación directa. A seguir mermando a la Ciudad de México.
–¿A la ciudad o a su gobierno?
–A mí gobierno.
–¿Específicamente..?
–…Directamente. Le gusté para estar con este golpeteo.
–¿Con qué objetivo?
–Pues mermarte, dañarte, obviamente.
–¿A esa fuerza de la ciudad, a esa fuerza política y a las posibilidades presidenciales?
–Pues eso pudiera estar ahí. No me consta, no lo sé. Podría estar en la intención.
–Su lectura podría ir en ese sentido…
–Pero te puede incluir hasta eso. ¿Qué necesidad?
–¿Por qué le pegan a la gente?
–¡Pues claro!, Tú crees que la…
–¿Porque representan votos?
–¡Claro! Porque tú de repente dejas a la ciudad sin verificentros. ¿Qué no se midió eso, no se pensó, no se calculó? Cuando tú llevas ¡años! sin verificar vehículos federales, que esa sí sería su labor. Ahora, imagínate, lo ilógico de esto: estamos trabajando meses para construir una norma para que tú verifiques, con un sistema que se llama OBD-2. Y entonces firmamos un convenio. Porque además ellos no tienen facultades, ¿eh? Firmamos un convenio para que pudieran realizarlo.
¿Qué es lo que quieres que te verifiquen (para que la gente sepa que lo estas haciendo bien): que todos tenemos el sistema de cómputo correcto. Que tenemos el equipo de última generación. Que tenemos una nube para que no sea manipulable. Que estamos cumpliendo con las formas de impresión. Y que estamos verificando con OBD-2. “Ah, no, pues eso no. Voy a ver si tienes pesas o no sirven tus pesas, si tienes calibradas tus pesas. Sí, sí las tengo calibradas, yo tengo un manual. “Ah, no, pese ese manual, [que] a mí no me sirve, necesito el documento federal para que tus pesas puedan estar calibradas”.
–Esa misma mano ruda no se la están poniendo, por ejemplo, a Eruviel.
–No. Es a la Ciudad de México. Fue a la Ciudad de México.
–Ahora, la contaminación es un tema de la metrópoli.
–Esa ha sido otra cosa que yo siempre he estado discutiendo. Las medidas van, las medidas vienen. ¿Cuánto tiempo se van a tardar? Ah, sí, pero la Ciudad de México sí paga de inmediato el precio. Ya ves que nosotros impulsamos lo de los taxis híbridos y los taxis eléctricos. Pues ahora ya resulta que es una propuesta de todo mundo. Entonces, estas son las cosas que no jalan bien, en donde no hay una sintonía. Y yo por eso le he hecho el llamado al Presidente de la República que revise. Es un atento llamado para que revise cómo se está comportando esa área de su gobierno. Lo volvieron hacer con el tema del gorila. Con el tema del gorila se volvió a hacer una actuación oficiosa.
–Le echaron la bronca de este lado…
–¿Tú sabes cuántos animales mueren en su trayecto en el zoológico? Pues no es uno, ni son dos, tenemos miles de especies ahí y había muerto la elefanta que tenía ya una edad muy avanzada y estaba en una situación muy lamentable, muy dolorosa. Así, y no había visto que llegaran los señores.
–Y es la misma Secretaría…
–Nosotros tuvimos que pedirles la intervención, casi casi insistente, de un domicilio en donde tenían animales salvajes, para que fueran. Ah, no, pero aquí llegaron diligentemente, además dando instrucciones: “Que se abra esto, que se haga se haga esto”. Y luego anticipando juicios. Entonces, este enfrentamiento no sé cuanto vaya a durar o vaya a seguir. Está bien. Pero nosotros también tenemos que defender a la ciudad.
–¿Quién filtró las fotos de Bantú destazado?
–Esas fotos no las tomó ningún servidor público del Gobierno de la ciudad. Hay una denuncia que se ha presentado y eso fue después de que llegaron los inspectores, que envió precisamente esta instancia.
–¿Es decir, la Secretaria?
-Sí.
-¿Siente usted ánimo de cargarle la mano?
–Pues mira, hay servidores públicos que ahí saben perfectamente lo que sucedió y ahora que quede declarado en la averiguación previa, pues va a quedar la constancia.
-Y usted, con esta averiguación, lo que está buscando es que se investigue quién filtró las fotos.
–Sí. Sí fue un funcionario nuestro, si tiene una responsabilidad, que la pague. Y si fueron los otros, pues pasarles para que allá lo investiguen también.
¿SENTADOS CON EL ENEMIGO?
–Usted dice que, en el balance final, el ciudadano, su gobierno también, las delegaciones habrían ganado con esta relación con el Gobierno federal. Pero haga un balance: ¿Sí valió la pena estar sentados con ellos [Gobierno federal]?
–Mira, yo creo que valió la pena el trato institucional para la ciudad, sí. O sea, no tendríamos el apoyo de estos fondos, el FAIS no estaría, no tendríamos el Fondo de Capitalidad.
–Políticamente…
–Políticamente, ni siquiera se hubiera destrabado la Reforma Política de la Ciudad de México. En un clima de enfrentamiento, no hubiera avanzado. ¿Sabes también que tampoco hubiera avanzado? La Reforma del Salario Mínimo. Porque no era algo que estuviera en su agenda. No era algo que les interesara, más allá de apoyarlo.
–¿Pero por qué van los dos, usted y el Presidente Peña, en el tobogán de las mediciones?
–Pues porque nosotros aquí aguantamos el tema de los maestros.
–¿Usted lo ve relacionado con los maestros?
–No. Ese fue el tema uno. Cuando tuvimos la ocupación del Zócalo. Digo, eso no es un secreto. La Ciudad de México tuvo la embestida más fuerte, yo creo que de su historia, en ese tema, en esa efervescencia social. La más fuerte de su historia y, en ese sentido, y yo creo que la reacción (y no me arrepiento de ello) fue moderada, fue cautelosa. Nunca golpeamos a un solo maestro. No tengo un solo hecho de sangre que puedan tacharme.
–Ellos tienen un Nochixtlán, que es un brutalidad; ese Nochixtlán no sucedió aquí.
–No sucedió aquí. Tú imagínate que yo tuviera aquí un hecho de sangre en lo del Aeropuerto, que hubiera muerto alguien, que hubiera resultado alguien gravemente herido. Este… ¡fffta…! Eso sí que es lapidario, totalmente lapidario. Entonces, no lo tenemos. Pero eso golpeó muy fuerte. Eso a mí me pegó muy, muy fuerte. Luego, tuvimos que parar el Metro. Tú imagínate una afectación diaria de 500 mil personas. Yo lo reitero: no es algo que yo hubiera deseado, pero en una mesa, sentado, el experto del Metro de Bruselas a mí me lo dijo: “Señor, si esta línea sigue funcionando, usted tiene el riesgo de… Es un riesgo”. No me dijo: “Va a suceder”. Pero es un probabilidad de que se descarrile, pues, a 20 metros de altura. Yo no podía jugarme ese riesgo. Esto también pegó muy fuerte porque, te reitero, 500 mil personas afectadas diario. Esa afectación era de todos los días. Y el proceso fue largo, porque cuando trabajas con empresas extranjeras, como era indispensable aquí y más varias empresas, pues se vuelve un proceso largo. Luego vino el Hoy No circula. Primer medida del Hoy No Circula, ¿te acuerdas? Y eso golpeó fuerte también. Y nos ayudaron a hacer una gran publicidad, todos los que no nos aprecian mucho que digamos, en volanteos en las colonias.
–Su ahora oposición, Morena, por ejemplo.
–Sí. Sabemos quiénes fueron, quiénes anduvieron en las colonias. Y luego, entonces, vas afectando a diferentes sectores. Con los maestros, la parte social, dura, de pensamiento libertario, de izquierda de la ciudad, nos dijo: “Qué bueno que nunca reprimieron. Qué bueno que no golpearon. Que bueno que no esto. Bueno, si tú revisabas en ese momento las encuestas, el 50 por ciento estaba de acuerdo con que tuvieran el plantón en el Zócalo. Pero el otro 50 por ciento que estaba en desacuerdo, estaba odiándome todos los días por tener tomado e Zócalo. Eso te tiene que pegar, necesariamente. Luego, al sector que afectas con el Metro… pues, obviamente, ¿de quién es que la culpa? De ese señor [Mancera]. Tuvimos que subir la tarifa del Metro. Eso también lo usaron en nuestra contra con volanteos por todos lados. Y, bueno, pues eso lo resiente la gente en su bolsillo.
Mancera se toma un momento de retrospección y continúa:
“Hoy, reflexionaría, como dices tú, si era indispensable [la relación cercana con el Gobierno de Peña Nieto]. Yo te diría que sí, salvo que el Gobierno federal hubiera dicho: “Mira, aquí tienes una bolsa de 15 mil millones de pesos para el Metro”. Era indispensable. Yo no podía seguir jugando a que el Metro valía 3 pesos. Bueno, sí podía, pero cada vez hubiera tenido más trenes guardados. Yo recibí [el Metro] con más de 100 trenes que parados; entonces, ese era un tema indispensable. Y le sumamos más: Ya íbamos en lo del Hoy No Circula, luego se vino el Reglamento de Tránsito. Al Reglamento de Tránsito, quienes no nos quieren, también le aderezaron lo de las foto-multas. Como si fuera algo nuevo en la ciudad. La verdad es que no tenían nada de nuevo porque desde el 2005 había foto-multas pero sí estaba amarrado con el Reglamento de Tránsito. Hoy me dirías: ‘Oye y ese Reglamento de Tránsito, ¿era indispensable que lo hicieras?’ Pues a lo mejor no, pero si te puedo decir, Alejandro, viéndote de frente, que sí puedo estar evitando que algún familiar tuyo o mío pierda la vida en las calles de la Ciudad de México. Es para eso, es para salvar vidas. Es algo que está evitando que los jóvenes se estrellen. Yo tengo los reportes todas las mañanas, y tenía constantemente reportes de jóvenes muy jóvenes que se estaban matando en la Ciudad de México, en accidentes de tránsito. Entonces, hoy tenemos una reducción sensible en este rubro pero, además, veo y veo con mucho gusto que la gente en sus coches se está deteniendo antes de las zebras peatonales, que los motociclistas están usando casco, que la gente se cuida de usar celular cuando va conduciendo. Eso, ¡qué bueno! ¡qué bueno que se pueda dar en una ciudad como ésta! Porque es una ciudad que debe tener orden, y eso no es popular pero al tiempo, vamos al tiempo.
NUNCA, NUNCA
–Doctor, usted llega este momento en su vida política y profesional sin dos grandes activos: López Obrador y Marcelo. ¿Valió la pena?
–No, mira: en el caso del Licenciado Ebrad, pues obviamente hubo un distanciamiento cuando se vino la problemática de la Línea 12. Pero yo no tengo ningún problema con él, ningún problema de ningún tipo. De ni siquiera, te diría, de dimes o diretes.
–No lo presionaron desde de la Presidencia de la República por él.
–No.
–No era un deseo de Aurelio Nuño, de Gobernación…
–No.
–Eso nunca se conversó.
–No, eso nunca se conversó.
–El caso Marcelo, ¿eso nunca se conversó?
–No, porque es que no hay un Caso Marcelo.
–El distanciamiento…
–El distanciamiento que se dio, lamentablemente, fue por la Línea 12. Pero no podía hacer otra cosa en el tema de la Línea 12. No podía hacer otra cosa. Nunca lo he inculpado a él, nunca lo he señalado a él, nunca he dicho que él hubiera hecho las cosas mal. Porque, además, a mí me queda clara la línea de separación que había entre lo que es la orden de que se ejecute algo, que sin duda es para beneficio de la ciudad, y que se hagan bien las cosas. Es una línea distante.
EL FIN ESTÁ CERCA
–De que se van a sentir orgullosos los ciudadanos, cuando usted no esté?
–Mira, yo creo que será muy importante saber que la Ciudad de México va a ser una ciudad más moderna, una ciudad en donde vas a tener la gestión de todos tus residuos sólidos, que no se tenía. Hoy tenemos una gestión del 50 por ciento lo que hoy tiene la Ciudad de México en esta tarea equivale a lo que tiene toda la basura en Tijuana o de Guanajuato. Hoy ya la tenemos, ya se está trabajando, vamos por el otro 50 por ciento. Vas a tener una ciudad que tenga semáforos inteligentes y que vas a poder decir: “Sí, yo vivo en una ciudad en donde ya los semáforos sí son inteligentes”. Porque hoy tenemos tres sistemas de semáforos; solamente uno de ellos es programable y los otros dos son absolutamente manuales. Imagínate, casi 3 mil intersecciones. Entonces, eso es otro tema. Tres: una ciudad que exitosamente implementó el Sistema Acusatorio, un reto que equivale a trece entidades del país o a países completos como Chile, Argentina. Una ciudad que exitosamente va a implementar el Sistema Anticorrupción. Una ciudad con un sistema sólido de protección social. Una ciudad que no ha tenido un disparo de sus finanzas o un desequilibrio de sus finanzas, que tiene hoy una deuda sana, una deuda controlada, una deuda que permite que pueda haber inversión de gobierno. Una ciudad que sigue siendo la principal ciudad de aportación al PIB. Una ciudad que diarios de prestigio internacional la catalogan, como fue el caso de The New York Times, como el destino número uno en el mundo para visitar. Una ciudad que va seguir recuperando espacio público. En esta gestión, nada más en esta gestión, tenemos: la plaza Seminario, la Calle 16 de Septiembre, la Plaza de Fundación, el Parque Pushkin, la Plaza de la Identidad, la Plaza Álvaro Obregón, el Monumento de la Revolución, el Parque de la Bombilla y otras tareas, como va a ser: el Gran Parque Lineal de la Viga, en donde te vas a sentir orgulloso cuando lo veas. Porque la verdad sí es un antes y un después de lo que era este Camellón de la Viga. La Quebradora, que será el primer parque de captación pluvial, un hidroparque en la Ciudad de México. Una ciudad que tendrá un sistema de Metrobús mucho más amplío. Una ciudad que va a tener una ampliación del Metro, y una ciudad mucho más ordenada en su Reglamento de Tránsito y con acciones de cambio de transporte público sustanciales: no más microbuses. Cuando te digan: “¿Quién retiró los microbuses?” Vas a tener que acordarte de mí. Yo me acuerdo que aquel cuate sacó su decretito y dijo: ni uno más. Y quién te dio solamente taxis híbridos y eléctricos en la ciudad. No fue sencillo, porque estás afectando un gremio de 120 mil taxistas.
–En un año y tres meses usted va a andar en campaña. ¿Qué va a dejar de hacer? ¿Va a mover a su gabinete, acelerar cosas?
–Sí. Va a tener que haber adecuaciones en el Gabinete, sin ninguna duda. Vamos a ver qué dice la gente y a ver si se consolida este gran proyecto del que yo te hablo y si no tienes nada, ni modo que me vaya yo ahí. Como ha habido casos de: “Ay, me voy yo solito y acá estoy”. No, también somos realistas. Pero, ¿qué no voy a poder inaugurar yo, qué se va a quedar pendiente? Pues estas plantas de las que te hablo que van a ser, no me queda lugar a duda, que van a ser las más importantes de América Latina, de tratamiento de residuos sólidos. La ampliación de la Línea 12, seguramente no lo alcanzaría yo a inaugurar. Pero no importa, eso va y eso va marchando. El tren México-Toluca, que también ha sido un trabajo muy importante de parte de la Ciudad de México en la tarea propia, y lo que se siga discutiendo de las vías de conducción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Sí esperamos tener éxito con la Reforma Política, con la primera Constitución de esta capital. Y sí vamos a tener mucha recuperación del espacio público. Lo que se ha hecho en la segunda sección de Chapultepec: a mí me tiene muy satisfecho porque la verdad sí hemos trabajado de manera muy cuidadosa, muy profesional, la gente lo está viendo. Se puede sentir orgullosa del paseo de la fuente Xochipilli, de que tuvimos reacciones de que la gente se enojó y se enojó conmigo porque ya no los dejo entrar a Chapultepec para cruzar al periférico. Ya no es una calle de cruce, pero pues es que había que cuidar el bosque. Entonces, ni modo: esa decisión se tuvo que tomar. Entonces yo creo que van hacer varias cosas que a la suma te van dar una ciudad diferente. Una ciudad que hoy tiene un cuerpo de bomberos mucho más equipado; mucho más, por mucho, en tecnología, en equipamiento, en capacitación de personal. Una ciudad que hoy tiene renovado su parque móvil de la policía con patrullas modernas; patrullas nuevas. En donde tienes helicópteros de última generación. Teníamos helicópteros con una antigüedad de hasta 20-25 años, que no pueden estar sobrevolando una ciudad como esta. Entonces yo creo que habrá todo esto. Habrá todavía muchas cosas, que seguiré anunciando.