El pacto

Siéntase incómodo 

Un espacio de expresión… desvergonzada.

POR: Haydée Magallanes Montalvo*

Leí alguna vez un interesantísimo texto de Marilyn Frye en el que explicaba que los hombres, a pesar de que se consideren heterosexuales, siempre manifiestan una naturaleza homoafectiva (ojo, “afecto” no es lo mismo que “deseo sexual”) esto quiere decir que aunque mantengan relaciones exclusivamente con mujeres y hacia ellas tengan cortesía, generosidad e, incluso, paternalismo; toda su lealtad, su admiración, sus vínculos, su reconocimiento, su honra y su respeto siempre va dirigido a otros hombres. 

Ese es el pacto patriarcal, que no está escrito en ningún documento, pero que todos entienden desde una naturaleza intrínseca que se fomenta desde la crianza, la convivencia y la complicidad. Una vez que se ha crecido dentro de este pacto, es difícil notarlo y aún más desaprenderlo. Es un espacio en el que de las mujeres sólo se puede esperar amor, servidumbre y sexo, pero nunca contarán como individuo, su voz no es más que una onomatopeya, como lo podría ser la de una mascota a la que se le percibe como vulnerable y dependiente, pero nunca como igual. 

Es ese pacto el que nos condena a vivir en condiciones desiguales, en relaciones abusivas, en el eterno tópico de la sumisión y el poder, ese pacto en el que unos a otros, la mayoría de los hombres se toleran y se encubren las más bajas conductas y se hacen de la vista gorda con la impunidad más descarada.

Ese es el pacto que está haciendo que ni siquiera se haga el esfuerzo por investigar los presuntos abusos que varias mujeres han impuesto sobre Félix Salgado Macedonio, quien, con la venia del Presidente, busca imponerse como candidato a la gobernatura de Guerrero; el mismo pacto que hace que a todo el mundo se le olvide que Marcos Isleño golpeó brutalmente a su pareja y le den también una candidatura y el mismo pacto que lleva a un montón de gente a revictimizar a Valeria Rangel (Vale Queen) después de que acusara, con pruebas en video, a Jesús Camacho Carranza, precandidato de Movimiento Ciudadano a la diputación local por el distrito XV, por atacarla y amenazarla con una pistola. 

Como si las mujeres mereciéramos ser vulneradas, amenazadas, golpeadas, violadas o asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. Porque la que no tiene el pelo rosa y es bailarina, es porque acudió a una cita sin sospechar que iba a ser engañada, o porque sube fotos a sus redes sociales, o porque no las sube y se cree mucho, o porque es sencilla y se lleva con mucha gente, o porque no denunció en el momento, o porque le tiene mala voluntad al acusado… pretextos sobran para refrendar el pacto patriarcal que por complicidad, los envilece a todos.

¿Cuándo será que entremos por fin a la sociedad del siglo XXI y dejemos atrás las prácticas más arcaicas de nuestra historia? Caballeros, rompan el pacto. Ya chole. 

*Comunicóloga, feminista, rockera y con el mal hábito de nombrar a las cosas por su nombre.

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