El gobierno de Veracruz, se ha convertido en el epicentro del porrismo político nacional, teniendo como su porro principal, al gobernador Cuitláhuac García.
Y es que, mientras la violencia en Veracruz aumenta sin control, el pasado fin de semana se concentró en organizar y encabezar una marcha y protesta política en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A Cuitláhuac García, no le importa el aumento de los feminicidios en Veracruz y que, a la fecha, suman más de 320 durante su gobierno.
Por otro lado, e igualmente grave, las desapariciones, violaciones a los derechos humanos, fosas clandestinas e impunidad delictiva, tampoco le importan al gobierno de Morena en Veracruz ni a su gobernador, como tampoco los problemas de salud, escasez de medicinas y la adecuada atención médica a poblaciones vulnerables.
El Gobernador dejó su responsabilidad para convertirse en un simple porro político, un activista y promotor de la violencia feminicida y ansioso de quedar bien con el inquilino de Palacio Nacional.
Para la tranquilidad ciudadana, la marcha y las amenazas de violencia de estos porros políticos gubernamentales de Morena gastando el dinero de Veracruz, no cambiarán la ruta de la defensa de la constitucionalidad de la vida pública mexicana que el Poder Judicial y la Suprema Corte de Justicia han tomado, a pesar de los ataques que buscan acabar con la autonomía del poder garante de la justicia en México.
Cada día crece en México y Veracruz, el agravio social y la inconformidad ciudadana con los gobiernos de Morena, ya que los abusos del poder, pésimos resultados, saqueo y corrupción, están generando pobreza, delincuencia, violencia y deterioro en la calidad de vida de nuestra gente.