AMLO: sus primeros cuatro meses

Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo

AMLO conferencia 2

Con la llegada al gobierno federal del presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador y cinco gobernadores en el país de los Estados de Veracruz, Chiapas, Ciudad de México, Tabasco y Morelos, los mexicanos han experimentado una nueva forma de gobierno que no a todos les gusta por las medidas implementadas por el mandatario como la austeridad republicana, la eliminación de las pensiones a los ex presidentes y la incorporación de programas sociales federales que ayudan a los sectores vulnerables como “Jóvenes construyendo el futuro”, “Pensiones para adultos mayores”, entre otros.

Algunos empresarios han alzado la voz comentando que no es bueno que se les entregue dinero a los jóvenes por aprender a trabajar o desempeñar un oficio dentro de una empresa o que se les entregue becas a los jóvenes estudiantes, pues consideran que esa forma de gobierno paternalista de entregar recursos económicos a los que menos tienen no es la correcta, ya que de esa forma no valoran lo que reciben del gobierno ya que no les cuesta obtenerlo. Aunque la mayoría de los mexicanos ven con buenos ojos a este presidente que ha empleado el recurso de los mexicanos en hacerle justicia a los más desprotegidos.  

Algunas acciones del presidente que han sido aplaudidas por los ciudadanos son el combate a la corrupción e impunidad que pregonó desde su campaña y el hecho de que destapara la cloaca con el tema del huachicoleo, el cual logró combatir pero las medidas implementadas no fueron bien vistas por todos los mexicanos porque se vieron afectados unos días con el desabasto de gasolina. 

Con los pelos de la burra en la mano como se dice coloquialmente en este país, el presidente de la República ha señalado actos de corrupción de ex presidentes de la República. Después de esos señalamientos, algunos como Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa le han contestado y se han subido al ring a través de las redes sociales y notas publicadas en los medios de comunicación con el mandatario chocojarocho y con otros personajes de su gabinete. Otros ex presidentes han decidido quedarse callados y mantenerse de bajo perfil como Enrique Peña Nieto,de quien políticamente no se ha sabido nada desde que concluyó su administración. Sólo se conocen anécdotas románticas de su nueva conquista, una joven que le ha servido como cortina de humo para desviar la atención del electorado hacia temas económicos y políticos que quedaron pendientes en su sexenio. 

Lo malo de estos señamientos de corrupción que hace el presidente es que han quedado solo en eso: en señalamientos, pues no se han hecho las denuncias ante las autoridades correspondientes ni se han emprendido acciones que duelan a los bolsillos de los ex funcionarios corruptos como inhabilitación o congelarles sus cuentas bancarias y quitarles sus propiedades que fueron adquiridas con dinero del erario público. 

 Después de que el 1 de julio más de 30 millones de mexicanos le dieron su voto a Andrés Manuel López Obrador, meses después se decepcionaron de él cuando habló de un perdón para los funcionarios que en el pasado cometieron actos de corrupción. Esta declaración molestó a muchos mexicanos que ya visualizaban a ex presidentes de la República e incluso ex gobernadores en la cárcel por diversos delitos que mermaron las finanzas del Estado o el país que gobernaron. 

Al no haber denuncias ante las instancias correspondientes en contra de los ex funcionarios corruptos y sólo señalamientos, ellos con todo el descaro del mundo pueden pasearse por sus terruños sin miedo a ser detenidos pues saben cual es la forma de gobernar de AMLO: señalar y exhibir, pero no denunciar. Con esta acción, López Obrador está fomentando lo que tanto desea combatir: la corrupción. 

Abstenerse de interponer una denuncia penal provoca lo que tanto quiere combatir López Obrador: corrupción e impunidad, pues los corruptos siguen operando aguantándose la verguenza de ser exhibidos pero seguros de que no serán atrapados por el brazo ejecutor de la justicia. 

Cuando fue candidato López Obrador recorrió todo el país en varias ocasiones. En algunos Estados se enfrascaba en peleas verbales con los que en aquel momento fungían como gobernadores y que eran señalados por el hoy presidente como corruptos. Algunos gobernadores de cuando AMLO estaba en campaña, lo enfrentaban y amenazaban con sacarle sus trapitos al sol sabiendo de antemano que AMLO no tiene cola que le pisen. Se puede decir que los señalamientos en contra de AMLO sólo existen en la mente de quienes lo pregonaban porque para la mala suerte de sus detractores no hay ningún sustento de que AMLO haya cometido corrupción durante su carrera política. O si cayó en este delito lo hizo tan bien que ocultó toda prueba que en el futuro pudiera comprometerlo. 

A cuatro meses de que inició la administración de Andrés Manuel López Obrador, la ciudadanía evalua positivamente su trabajo, pues ha sabido escuchar las necesidades de la gente en cada Estado que visita durante las giras por todo el país. Desafortunadamente no todos los gobernadores emanados de Morena han obtenido una opinión positiva de parte de la ciudadanía pues los resultados en materia de seguridad, economía y otros rubros dejan mucho que desear. Ante esta situación, Andrés Manuel ha puesto atención a esos Estados donde se requiere su presencia para que las cosas marchen bien en todos los sentidos. Se espera que el presidente siga conservando esa buena imagen que tiene la gente de su administración. Gracias a sus conferencias mañaneras, el mandatario expresa su opinión públicamente en temas en los que la población tiene dudas y que él mismo aclara. Aunque algunos lo critican, con sus declraciones mañaneras López Obrador marca la agenda de lo que serán los temas relevantes del día. 

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