Con salarios de pobre y sin seguro social: así viven los jóvenes mexicanos

Observador veracruzano

 6 mayo 18

Dos de cada tres asalariados de entre 15 y 29 años trabajan en México en condiciones de precariedad debido mayormente a que ganan menos del mínimo para no caer en situación de pobreza, 359 pesos al día por hogar, según lo establecido por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), o bien porque no tienen cobertura de la seguridad social.

Esto los convierte en la población asalariada más vulnerable del país, ya que mientras el 66% de los jóvenes se encuentra en esta situación, 61% de la población ocupada total vive así, situación que se mantiene desde 2014.

Ante este escenario, el Informe Anual del Observatorio de Salarios 2018 de las Universidades Iberoamericanas de Ciudad de Méixco y Puebla concluye que en México existe una situación de precariedad permanente en la juventud ocupada.

En esta edición, el estudio analiza la situación laboral de los empleados jóvenes mexicanos para ayudar a vislumbrar si se encuentran en una situación de flexiseguridad o flexiprecariedad.

México está entrando en la tendencia de la flexibilidad laboral desde que la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2012 facilitó las condiciones de contratación y abarató el despido. No obstante, esta desregulación puede darse en un contexto de protección social o de inseguridad, dependiendo del modelo de bienestar de cada país.

“Estamos diciendo a los jóvenes que a dos de cada tres les va a ir mal y a un tercio muy bien. Esto abona a un país sin clases medias, violencia, crimen organizado, y en el que muchos jóvenes están buscando ser sicarios”, afirmó el doctor Miguel Santiago Reyes Hernández, quien presentó los resultados.

Para llegar a esta conclusión, el Observatorio desarrolló un medidor de la precariedad y bienestar laboral, con los siguientes indicadores: salarios (no ingresos recibidos en otro concepto), protección social, prestaciones sociales, salud, tipo de contrato y jornada laboral.

De forma ponderada, el estudio muestra que los dos primeros factores son los que más influyen en el nivel de bienestar y precariedad en el trabajo.

“Si hay una política pública para mejorar los salarios y el sistema de protección que se tiene o la seguridad social deficitaria que tenemos, podríamos reducir los niveles de precariedad significativamente”, explicó el académico.

Política salarial

El investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) explicó que la mayor parte de la población ocupada percibe entre uno y tres salarios mínimos en concepto de sueldo, esto es, entre 88.36 y 265 pesos diarios.

El 60% está por debajo de la línea de pobreza que marca el Coneval y solamente el 5.2% gana más de cinco veces el salario mínimo (441.80 pesos diarios).

“Entre 2014 y 2017 vemos que hay una tendencia a precarización en ingresos, no solo estancamiento, sino que la gente que se incorpora lo hacen en baja remuneración”, afirmó.

La mayoría de estos empleos que pagan entre uno y cuatro salarios mínimos se encuentran en el comercio, la agricultura, la industria manufacturera y en el sector de restaurantes y hostelería. En este último caso, las propinas no cuentan como salario.

Forbes

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