Leopoldo Tlaxalo
El reportero gráfico Luis Enrique de Santiago Castillo fue asaltado la tarde del lunes 10 de septiembre en una farmacia Guadalajara que está ubicada en boulevard Miguel Alemán, al lado de una pizzería, en el municipio de Boca del Río. Afortunadamente el colega no llevaba muchas cosas de valor cuando ocurrió el asalto, pues su teléfono celular y demás herramientas de trabajo las dejó en su automóvil. Cuando escuchó los gritos de los afectados que se impactaron al ver a los asaltantes, pudo poner las llaves de su automóvil en un anaquel y así evitó que se las quitaran, pero si le robaron sus documentos personales como tarjeta de identificación IFE, licencia de conducir, facturas y una credencial que avala que es reportero del portal informativo Jarochos online.
De Santiago Castillo expresó su impotencia después del asalto en su facebook personal donde narró lo que le pasó y pidió a las autoridades que hagan algo para erradicar la inseguridad pues no es posible que los ciudadanos de a pie estén a merced de los ladrones. A continuación transcribimos textualmente el mensaje que escribió Luis Enrique de Santiago Castillo.
“El día de hoy fui asaltado, en una farmacia Guadalajara, durante la trifulca y la gritería, pude rescatar algunas cosas valiosas que traía, pero junto a mi había un joven que por mala suerte golpearon de manera cobarde y tenaz. Mientras esto ocurría quedé en shock y en mis manos tenía mi cartera con mi IFE, y en un segundo el ratero me arrancó la maleta donde traía dinero y mis acreditaciones, así como mi cartera, que sólo traía de valor; mi licencia y mi credencial del IFE. Los ladrones salieron del local con nuestras pertenencias y mientras los clientes que ahí estábamos, pues nos preguntábamos si estábamos bien. Mujeres y niños, alterados, y los demás también. Los empleados preguntaban a los clientes si necesitaban algo para calmarse pero en verdad nos habían jodido la tarde. Un vendedor de dulces que cuando llegué a la farmacia estaba sentado en la banqueta ahi seguía y me acerqué a él y le pregunté: ¿En qué vehículo venían? y su respuesta fue ambigua, no quería dar información. Llegó la policía, los federales, los marinos y demás y preguntaban los generales de los asaltantes; yo señalé al vendedor de dulces y les dije: él sabe todo, los vio de cerca y vieron en qué se fueron, el policía se hizo el distraído, no me volteó a ver y en un minuto desapareció igual que el dulcero, junto con las patrullas. Afortunadamente no me pasó nada, sólo el susto y hago constar con este documento como testimonio de que mis identificaciones oficiales fueron robadas con violencia y confío no se haga uso de las mismas. Además de que ya es hora de que las autoridades hagan algo eficaz, para todos aquellos que no utilizamos guaruras, nos es necesario que se garantice nuestra seguridad en cualquier lugar de este estado y del país. No es posible que hasta dentro de un comercio nos sea robado dinero y pertenencias. La economía de este México no está como para andar regalando el dinero por lo tanto es importante que se haga un análisis y se resuelva de forma auténtica y eficaz esta situación. La policía dio rondines por Boca del Río en esta ocasión, pero sin saber a quién buscaba, ¿usted cree que sabrán en qué vehículo se escaparon?, y hacia dónde se fueron, solo es especulación no hay nada claro, ni cámaras, ni estrategias resolutas, vivimos en un país donde hoy nada sucedió, ¿Usted cree que alguien de los que ahi estábamos levantó una acta?, ¿Para qué? si eso no sirve, si los policías no están preparados, en fin. Les dejo esta reflexión”.
El periodista será más precavido de ahora en adelante pero se queda con una amarga experiencia de que unos delincuentes le hayan robado sus pertenencias. No levantará una denuncia por los hechos ocurridos pues como él mismo expresa, no sirve de nada hacerlo ya que las autoridades no hacen nada por encontrar a los ladrones. Desde este espacio nos solidarizamos con la pérdida de los documentos del reportero gráfico esperando que no se vuelva a repetir esta experiencia.