Apenas anteayer tuve la enorme fortuna de recibir una llamada de doña Rosa Borunda.

Nuestra plática, como siempre, fue tan prolongada como amena. Su voz reflejaba un extraordinario optimismo por la muy próxima celebración de sus 50 años de matrimonio con Fidel. “Si pudiera regresar 50 años de mi vida, me volvería a casar con él” me expresó. “Fidel es un tipazo”, con ello remató.

La partida de doña Rosa Borunda ha sido tan sorpresiva como dolorosa. Es un golpe al corazón de millones de veracruzanos que conocieron su cariño y generosidad.
Rosa Borunda es una de las personas más extraordinarias que he conocido. Con una inteligencia sólo comparable a la de Fidel, su compañero de vida.

Mujer de carácter y extraordinaria firmeza. Una madre y esposa excepcional.

Envío mi cariño y solidaridad a Fidel Herrera, a sus muy queridos hijos Rosita, Fidel y Javier, y a la infinidad de amigos cultivados a lo largo de tantos años de calidad humana.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *