El periodista Ramón Torres Salas, quien tiene más de 25 años dedicándose a la cobertura de eventos artísticos y culturales en la zona conurbada Veracruz- Boca del Río, fue víctima de una agresión por parte del personal de seguridad del hotel el pasado 1 de junio a las 15:30 horas aproximadamente en el lobby del hotel Galería Plaza Veracruz, por lo que exige justicia y que su agresión no quede impune.
El director de la revista “Enfoque” denunció penalmente las agresiones en la fiscalía general del Estado de Veracruz. La denuncia tiene el número 826/2023 de carpeta de investigación y lo atendió Nicolás Mariano Ortega en la FGE. También interpuso una denuncia en la Procuraduría Federal del Consumidor porque no lo dejaron hospedarse en el hotel por ser representante de un medio de comunicación, por lo que sufrió discriminación.
En su denuncia, Torres Salas relató que él llegó al lobby del hotel porque tenía pactadas unas entrevistas con los artistas que se presentarían en el salsa fest 2023. De repente, Torres vio a un integrante de grupo Niche al que conoce de tiempo atrás y se acercó a él para entablar una conversación y tomarle una fotografía. Cuando el reportero está tomando la fotografía, un elemento de seguridad le arrebata su celular, corre para no ser alcanzado por el reportero y resguarda el equipo telefónico. El periodista intenta recuperar su pertenencia y es agredido física y verbalmente.
“Me agredieron, me asfixiaron, me hicieron una llave que casi me provocó un ahorcamiento. He gastado mucho en médicos. Tengo esguince cervical de segundo grado, traumatismo de hombro y brazo izquierdo, me quitaron mis dos celulares porque yo estaba grabando el momento en que me estaban agrediendo y me lo quitan. Personal de seguridad del hotel me exigió borrar las evidencias de la agresión sin mi consentimiento teniendo como testigos a la policía municipal y militar”, narró el reportero con un nudo en la garganta por la impotencia que siente al recordar el hecho que casi le cuesta la vida.
El periodista exige que le den una disculpa pública, que las autoridades obliguen a los directivos de este hotel a dejar que cualquier persona consuma en el restaurante del hotel y pueda estar en el lobby sin ser molestado y que le paguen los gastos en el hospital donde recibió atención médica.