Alumnos y padres de familia de una escuela ubicada en el fraccionamiento Río Medio e integrantes de la comunidad LGBTTIQ+ de varias asociaciones civiles se manifestaron pacíficamente en las instalaciones del Instituto Olmeca para clausurar simbólicamente la escuela en protesta porque el pasado 12 de agosto despidieron al maestro Alejandro Salazar por usar tenis con los colores del arcoiris que representa a la bandera gay.
El activista y defensor de los derechos humanos e integrante de la asociación civil Soy Humano, Edgar Gómez consideró que es inaceptable la actitud del director de la escuela, Pedro García Narcia, quien en un acto de homofobia, intolerancia y discriminación decidió despedir al joven biólogo Alejandro Salazar simplemente porque portó tenis con los colores de la bandera gay. Al observar el calzado del docente, el director lo citó en su oficina, le quitó su celular para evitar que grabara la conversación entre director y maestro y lo corrió acusándolo de ser un mal ejemplo para los niños y jóvenes por promover la ideología de género.
El director del plantel Pedro García Narcia prescindió de los servicios del docente que tenía siete meses trabajando en el plantel educativo. Lo peor del caso es que no lo liquidó como corresponde de acuerdo a la ley ni le pagó su última quincena, tampoco le entregó una carta de recomendación para que el docente pueda pedir trabajo en otra escuela y demostrar que no lo corrieron por ser un mal elemento. Alejandro Salazar se quejó amargamente de la actitud homofóbica de su ex jefe, quien también lo eliminó de las redes sociales de la escuela y lo inhabilitó para que no pudiera abrir el correo electrónico institucional del plantel educativo. Esta es una de las acciones que más afectó al profesor porque todo el material de estudios utilizado por el maestro se lo quedó la escuela.
Alejandro Salazar denunció al director del Instituto Olmeca, Pedro García Narcia ante la junta de conciliación y arbitraje, dependencia que le ha enviado citatorios para que se presente a darle la cara al biólogo pero el director ha hecho caso omiso de los citatorios. Hay una demanda laboral por despido injustificado y por homofobia. En algún momento el director tendrá que enfrentar al maestro y reconocer que fue un error haberlo despedido.
Por lo pronto, la asociación civil Soy Humano difundió a través de las redes sociales lo que sucedió y envió copia del texto a organismos que tienen la misión de defender a la víctima como la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
El biólogo está orgulloso de su orientación sexual, pero es reservado con su vida privada. No consideró necesario hablar de algo tan íntimo en el momento que entró a trabajar a esta escuela. No se imaginó que en un futuro ésta sería la causa de que lo despidieran de la chamba.
Hoy el maestro se encuentra en la incertidumbre de desconocer que pasará con él en el ámbito laboral pues el director no tiene intenciones de instalarlo en su puesto ni de llegar a una negociación con Alejandro que satisfaga a ambas partes. Ha transcurrido casi un mes de que se registró el suceso y desde entonces el biólogo ha vivido de sus ahorros pero no podrá continuar muchos meses desempleado pues necesita obtener un ingreso económico para sobrevivir. Los activistas y miembros de la comunidad LGBTTTIQ le demostraron solidaridad a su compañero al acudir a su llamado de manifestarse pacíficamente frente a la institución educativa ubicada en la avenida Río Papaloapan, al norte de la ciudad de Veracruz.
Alejandro sintió muy feo al ser víctima de discriminación, pero está consciente de que no puede quedarse callado ante las injusticias pues otros jóvenes pueden estar pasando por una situación similar y él puede servir de ejemplo de lo que hay que hacer para defenderse legalmente.
El activista Edgar Gómez pidió la intervención de la CONAPRED, CNDH y otros organismos que vigilan que no se vulneren los derechos humanos de la ciudadanía.