Leopoldo Tlaxalo
El aspirante a candidato independiente a la alcaldía de Veracruz, Guillermo Rodolfo Sólis Sansores aseguró que él es el único candidato independiente, pues contrario a otros disque independientes, Sólis nunca ha militado en ningún partido político, no tiene compromisos con nadie y puede ver a la ciudadanía de frente sin temor a ser señalado por actos de corrupción, pues él nunca ha estado en la función pública y siempre ha mostrado conducirse con transparencia en su ejercicio profesional.
Sólis sigue recabando firmas de la población porteña, quienes lo reciben con esperanza de que al ser independiente no se deje gobernar por nadie ni le pida autorización a otros para tomar una decisión. A sus 34 años, Guillermo decidió buscar la candidatura independiente y no se arrepiente pues en sus recorridos por las colonias conoció el verdadero Veracruz, el que está sumido en el abandono por las autoridades, el que tiene una luz de esperanza en la mirada”. Guillermo sabe que no será fácil alcanzar la victoria, pero es un soñador que piensa que todo en esta vida se puede lograr con la ayuda de un buen equipo. Él solito se financia su precandidatura y espera pasar a la siguiente etapa. Hace hincapié en que para lograrlo, necesitará de la firma del 3% de la población.
“Lo más difícil ha sido recuperar la confianza de la gente después de los hechos violentos de principios de año, además la gente desconfia por el mal uso que ciertos partidos políticos le han dado a la copia de la credencial de elector. Es un requisito que necesitamos, la firma y la copia de la credencial de elector, para poder respaldarlo ante el OPLE. Desafortunadamente, Guillermo ha sido víctima de la guerra sucia en las redes sociales, donde malinforman a la sociedad diciéndole a la gente que no hay candidatos independientes. Sólis, a diferencia de los candidatos de los partidos políticos, no tiene un presupuesto millonario para promocionarse. El problema de algunos candidatos emanados de algún partido político es que están desprestigiados, pues algunos han brincado de un partido a otro, de un puesto a otro, y lo más grave es que en su paso por la función pública han dejado una estela de corrupción y muchas promesas que no le cumplieron a los ciudadanos.