Leopoldo Tlaxalo
Durante el banderazo de arranque de la rehabilitación del boulevard Ávila Camacho, se le apareció al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares un manifestante del fraccionamiento Floresta. El hombre, quien dijo llamarse Franco Bizcarra, aseguró que cuando se inunda el Floresta siempre ha recibido la ayuda del alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil y de la directora de Servicios Públicos Municipales, Fabiola Balmori Durazzo, pero añadió que hace falta que las autoridades estatales inviertan en este fraccionamiento que en cada época de lluvias se inunda. “Hay cuatro obras hidráulicas autorizadas para que el Floresta y las zonas aledañas dejen de inundarse. Estaban contemplados para estas obras 400 millones de pesos de administraciones anteriores”.
Desafortunadamente ese dinero se lo robó Duarte, pero ahora Yunes Linares debe de hacer frente a esta situación. Los vecinos están enojados y con justa razón porque estas obras se las han prometido desde que estaba Fidel Herrera, cuando ocurrió lo del huracán Karl y no les han cumplido. Después de que el inconforme llegó con una pequeña manta a manifestarse y de que lo escuchó pacientemente el gobernador, éste le dijo que él puede manifestarse cuando quiera, que no hay represión en contra de los que lo hacen.
La manta de Franco decía: “Gobernador Yunes: vas a remodelar el boulevard y hay obras más prioritarias como es evitar que cuando llueve nos inundemos en el fracc. Floresta y otras partes de Veracruz. Tu sueldo lo recibes de nuestros impuestos por lo tanto eres mi empleado. Te ordeno canceles la obra del boulevard y hagas las obras hidráulicas que se requieren para que no se inunde el Floresta y varias partes de Veracruz, y si sufro un ataque mi familia o yo, hago responsable a mi empleado, el gobernador”. Fue un poco dura la manera de expresarse del ciudadano, pero es que le dijeron que el gobernador es de armas tomar.