Observador veracruzano
El diputado local panista Sergio Hernández Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz, pagó diez mil dólares a Los Napolitan Victory Awards, por un premio que no tiene ningún valor, pero que lucirá muy bien en su vitrina y él siente que le dará mayor categoría y podría servirle para seguir ascendiendo políticamente en su efímera carrera. Estos premios los entregan en un lujoso salón en Washington D.C, equivalen a los Arieles, los Oscares o premios de periodismo que organizaciones patito entregan anualmente a gente que paga por obtenerlos. Regularmente, dicen las malas lenguas el que recibe el premio no se lo merece.
El Global Democracy Award fue entregado a Sergio Hernández Hernández por ser un promotor permanente de la democracia, lo cual no coincide con el trabajo que desempeña Sergio Hernández en el Congreso de Veracruz pues ahí no hay democracia. Esos premios se los venden a quienes tienen el dinero para pagar los diez mil dólares que cuestan. Lo más lamentable es que Sergio Hernández gaste su dinero en estas frivolidades y no lo utilice en cuestiones más productivas o en ayudar a los sectores más vulnerables. Esta acción demuestra que en el Congreso no hay austeridad.
A esos diez mil dólares que pagó Hernández por recibir el premio, hay que agregarle lo que va a pagar para trasladarse a Nueva York a recibirlo. Aparte habrá que investigar si se lleva a sus compañeros diputados a que lo acompañen para presumirles su premio y que le tomen la foto del recuerdo. Lo peor es que todos estos gastos corren por cuenta del ciudadano, no los pagará el diputado con su sueldo, sus gastos salen de nuestros impuestos.