Jesús Reyes

Saraí Hernández es una joven veracruzana que vive un infierno porque su madre tiene insuficiencia renal y el Instituto Mexicano del Seguro Social hizo la subrogación para que estos pacientes fueran atendidos en el hospital Covadonga, pero se quejaron de que el servicio que ofrecen no es bueno y temen por la vida de los pacientes al no practicarles adecuadamente la hemodiálisis.
Saraí Hernández dijo que anteriormente a su mamá la atendieron en Gifyt y afortunadamente su salud registró una mejoría, pero la semana pasada les informaron que a su madre la trasladarían a otro hospital donde le harían la hemodiálisis. “Hoy llegamos antes de las 6:00 de la mañana y no tenían ni recepcionista, la persona de enfermería no nos atendió. Son personas de alto riesgo. La sesión es como de 30 pacientes, mi mamá necesita tres sesiones a la semana. Nos citan media hora antes, 5:30 de la mañana y aparte los pacientes a los que les hicieron las hemodiálisis tuvieron complicaciones”, comentó la entrevistada.
Los pacientes solicitan que los regresen a Gifyt pues ahí les dan una mejor atención.
Otro señor que tiene a su esposa enferma y que necesita hemodiálisis es Rafael Guevara, quien dijo que el personal que labora en este hospital no está capacitado para atender a los pacientes.