Carlos Hernández
*Cae la primera cabeza por la ejecución de Camilo Castagné.

Si usted conoce al delegado de Gobernación en Veracruz, Ángel Isaac Ochoa Pérez, avísele que se quedará sin chamba pues será removido de su cargo el próximo mes de julio. Aun no se define quien ocupará su lugar pero tendrá que dejar la delegación de la Secretaría de Gobernación. El despido de Ochoa Pérez se debió a que estuvo ausente el 24 de junio, día que fue ejecutado el Comisario de la Policía Federal, Camilo Castagné Velasco. Ese día no sólo mataron a Castagné, hubo otras ejecuciones más en todo el Estado de Veracruz. Mientras esto sucedía en la entidad veracruzana, el sábado pasado Ángel Isaac Ochoa Pérez asistía, junto con su esposa, a la boda de los funcionarios Leonor Gómez Otegui y René Muñoz. Al delegado de Gobernación le valió un soberano cacahuate que los veracruzanos padecieran la inseguridad durante ese sábado negro.
Se requería su presencia porque la Secretaría de Gobernación requirió información de lo acontecido en Cardel el sábado 24 de junio. ¿Y dónde estaba en ese momento el delegado de Gobernación?. Le tuvieron que notificar a la Secretaría de Gobernación que el delegado había dejado abandonada su chamba y responsabilidad con los veracruzanos para acudir a una boda en la Ciudad de México. ¿Quién le dio permiso para ausentarse?
Ochoa Pérez será reasignado al Estado de Aguascalientes. El funcionario federal se ha caracterizado por sus escándalos y protagonismo, no le da la seriedad a la investidura que tiene, pues a través de las redes sociales exhibe una vida de derroche de recursos, de abundancia, pues sin ningún recato y como si se burlara de los veracruzanos de escasos recursos, Ochoa Pérez ventila en las redes sociales sus viajes al extranjero, a destinos como Londres, París, Nueva York, Italia y Grecia, entre otros. Mientras él gozaba de las mieles del poder, Veracruz padece una situación de ingobernabilidad.
Dentro de la Secretaría de Gobernación, Ochoa Pérez no goza del aprecio de sus compañeros, pues su comportamiento deja mucho que desear. Los delegados federales están en contra de su autoritarismo y petición de recursos a las propias delegaciones que van a parar a su cuenta bancaria personal. Hace uso de excesivos recursos económicos para comer en exclusivos restaurantes, lujos que no podría darse si no trabajara en la administración federal. De acuerdo con información registrada en el Portal de Transparencia de la Secretaría de Gobierno, Ángel Isaac Ochoa Pérez gana 78 mil pesos y su esposa como subdelegada gana 45 mil pesos. Eso se llama nepotismo, utilizó sus influencias para meter a su esposa a la nómina de la Secretaría de Gobernación.