Leopoldo Tlaxalo
El ex delegado del ISSSTE, Renato Alarcón Guevara tomó potesta como dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional respaldado por los senadores de la República, José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, ambos aspirantes a ser candidatos a la gubernatura en 2018. En el evento priista también se encontraron presentes delegados federales, alcaldes y diputados, quienes fueron a apoyar al nuevo dirigente, quien no cuenta con el respaldo de priistas de antaño, pues consideran que no tiene suficiente arraigo ni es muy conocido.
Los priistas no entienden que en este momento en que el PRI está tan repudiado y desprestigiado por la sociedad mexicana, lo mejor es que llegue al cargo alguien que no tenga mucha cola que le pisen como es el caso de Alarcón, a quien no se le puede señalar de haber tenido vínculos con Javier Duarte o Fidel Herrera.
A Alarcón Guevara no parece impotarle demasiado las muestras de inconformidad de un grupo de priistas, quienes consideran que había mejores cuadros para ocupar la dirigencia del tricolor. Sobre el ex cónsul de México en Barcelona, Fidel Herrera Beltrán, dijo que simplemete el ex gobernador es un militante más del PRI y serán las autoridades correspondientes las encargadas de juzgarlo, pero dejó en claro que quien manda y tomará las riendas del partido es Renato Alarcón Guevara, a quien podría funcionarle su estrategia de ser de bajo perfil pero no creemos que sea un factor de unidad.
A Alarcón le tomó protesta la delegada del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Lorena Martínez, quien aseguró que antes de designar a Renato como dirigente del partido, se tomaron en cuenta las voces y la opinión de todos los militantes del tricolor. Ante el panorama adverso que les espera en las próximas elecciones, en la que los analistas políticos apuestan que perderán más de 100 alcaldías, Renato dijo que con manos limpias y probidad se puede recuperar la confianza del electorado. Añadió que siempre se trabajará a favor de la ciudadanía.