Carlos Hernández

Algunos funcionarios todavía siguen despachando como delegados federales, les falta más de un año y medio para terminar su gestión y ya están pensando en aspirar a otro cargo de elección popular. Tal es el caso de Elizabeth Morales, ex alcaldesa de Xalapa, ex diputada federal, ex delegada de la Procuraduría Federal del Consumidor y actualmente delegada del ISSSTE. Pareciera como si Elizabeth tuviera prisa en seguir cosechando cargos en el gobierno y como sabe que no tendrá cabida en el estatal porque durante un par de años sólo le darán espacio a los panistas, Morales ya está pensando en ser candidata al Senado de la República del PRI para 2018. Para lograr su objetivo la xalapeña ya se anda moviendo y quiere quitar de en medio a otras priistas que tienen el mismo sueño: Carolina Gudiño Corro y Anilú Ingram Vallines.
Todas las barbies se andan preparando para el año electoral 2018 donde están en juego no sólo las diputaciones locales y federales, también la senaduría y la presidencia de la República. Según los analistas políticos si este año los panistas y morenistas le darán una paliza electoral en las urnas a los priistas, en 2018 el descalabro a los tricolores puede ser mayor pues cada día crece la indignación y coraje que la raza de bronce siente hacia la clase política. Cabe aclarar que este movimiento de los delegados federales para buscar un cargo de elección popular el próximo año lo están haciendo a espaldas del dirigente estatal del PRI, Renato Alarcón.
Todos tienen derecho a aspirar y competir en busca de un cargo público, pero ojalá no estén pensando en hacer uso indebido de los recursos públicos porque podrían ser castigados penalmente ya que es un delito. Si realmente quieren a la ciudadanía deberían entregar los apoyos federales a los sectores más marginados y no utilizarlos como una forma de condicionar a la gente de escasos recursos.