Leopoldo Tlaxalo

Desde que eramos niños nuestros padres nos contaban la leyenda de que teníamos que portarnos bien para que el 24 de diciembre Santa Claus nos trajera nuestro regalo, el cual podría ser dinero, juguetes, ropa, dulces, videojuegos o cualquier otra cosa que al niño se le ocurriera pedir en su cartita al personaje regordete de traje rojo. Aunque ya no son unos niños, los políticos, empresarios y personas de la sociedad civil también tienen la ilusión de que Santa Claus les cumpla un deseo que puede ser otro cargo que les permita seguir vigentes políticamente, dinero, más propiedades de las que ya tienen o alguna petición que le hayan hecho al gobernador y que no haya sido cumplida.
Uno de los que le escribió su carta a Santa Claus es el fiscal general del Estado de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, quien ya no ve lo duro sino lo tupido, pues desde que el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dejó el cargo, se las ha visto negras porque el Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos le está haciendo la aburridora para que se vea obligado a renunciar, pues ni Eric ni nadie del gobierno estatal quieren que Jorge siga despachando en la Fiscalía. Desafortunadamente para ellos, no tienen facultad para correrlo porque la ley se los impide ya que se supone que la FGE es un organismo autónomo. Winckler se aferra a la silla que ha ocupado desde hace dos años con uñas y dientes, no la quiere dejar a pesar de saber que tiene pocos aliados.
El fiscal está dispuesto a seguir sufriendo humillaciones y vejaciones por parte de las autoridades estatales, pero no piensa darles el gusto de que lo vean renunciar. El único que podría hacer que dejara la Fiscalía es su jefe y amo, Miguel Ángel Yunes Linares, quien si le pide que renuncie, tendría que hacerlo, pues es al único al que el fiscal le debe sumisión, obediencia y servilismo.
Winckler le pide a Santa Claus que lo mantenga en la Fiscalía General del Estado otros seis años más, y si se puede doce o dieciocho promete ponerle un altar a Santa Claus en su arbolito de Navidad. Pide que deje de hacerle bullying político Eric Cisneros y que se olviden de él los morenos. Exige que lo dejen trabajar como lo hacía cuando estaba Yunes Linares, a sus anchas y sin dar explicaciones a nadie. Desafortunadamente para Jorge, los aliados que tenía durante el gobierno de Yunes se han ido diluyenndo, pues cada día son menos debido a que nadie quiere estar vinculado a él. Lo anterior se pudo notar porque el pasado viernes citó a los medios de comunicación a la inauguración del edificio de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro y fueron muy pocos funcionarios.
Los pocos reporteros que cubren sus actividades salieron desilusionados pues se generaron pocas notas de interés. Jorge anunció que en la inauguración lo acompañarían autoridades federales e internacionales y sólo llegó la coordinadora nacional Antisecuestro, Patricia Bugarín Gutiérrez, por lo que tuvo que llenar el lugar con servidores públicos de la fiscalía y algunos que hicieron acto de presencia como el titular de la Policía Ministerial, un enviado de la Policía Federal de Xalapa y una diputada local del PAN. Los otros invitados brillaron por su ausencia. Esto es una muestra de que están bajando los bonos de Winckler, quien empieza a sentirse solo al no tener el amparo de sus amigos yunistas. Es en este momento en el que tiene que demostrar de que está hecho. Si su trabajo hubiera sido bueno lo respaldarían los sectores sociales, la cúpula empresarial, los activistas y toda la gente a la que ayudó, pero como no es así, tiene a todos los grupos en su contra. Ya hasta los diputados panistas quienes en el pasado fueron los principales promotores de Winckler lo dejan solo en sus eventos pues le ven poco futuro al fiscal. Saben que en cualquier momento le aplicarán el juicio político y saldrá de la fiscalía como tapón de sidra.
Pobre Winckler, pero mientras siga con la actitud de golpear mediáticamente al gobernador y no reconocer que los ex funcionarios duartistas salieron de la cárcel porque las carpetas de investigación estaban mal integradas o porque hubo una negociación entre la administración anterior y los ex duartistas, no se vislumbra que vaya a durar mucho tiempo al frente de la fiscalía. De hecho, ya hay muchos tiradores que están alzando la mano para quedarse en ese cargo, y tienen muy buen curriculum. Veremos que pasa el próximo año con el fiscal, porque ya dijo Eric Cisneros que si no se va en Navidad, Winckler se va en día de Reyes. Aunque nuestras fuentes indican que será el primero o el segundo trimestre del año cuando el fiscal deje su cargo a alguien más comprometido con la causa de los desaparecidos, los que han sido víctimas de diversos delitos y los que acudieron a la fiscalía a poner una denuncia, la cual se quedó en el archivo muerto pues este funcionario nunca demostró empatía con los veracruzanos.