Carlos Hernández

El que debe sentir alivio profundo es el ex gobernador Flavino Ríos Alvarado, pues el único testigo en el proceso penal que hay en su contra por el delito de ayudar a huir en una aeronave a Javier Duarte de Ochoa, falleció en un accidente automovilístico. La pregunta que se hacen los comensales de café, analistas políticos y las malas lenguas es si esto fue un accidente o un atentado, pues hay un dicho que dice: ‘Piensa mal y acertarás’.
El hoy occiso llevaba por nombre Ricardo Casanova Morales y se desempeñó como analista de proyectos de la dirección de Aeronautica en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa. Casanova murió en un accidente de motocicleta en la carretera Veracruz-Xalapa y fue quien autorizó, por órdenes de Flavino, que se le diera un avión a Duarte para que pudiera escapar en octubre de 2016, aun cuando él ya no era gobernador. Duarte se fue huyendo de la acción de la justicia, pero tuvo cómplices de sus fechorías, pues el entonces gobernador interino Flavino Ríos Alvarado pidió que le dieran facilidades a Duarte para poder huir.