Leopoldo Tlaxalo

Juvencio Adán Cervantes, quien se desempeña como profesor de la escuela primaria Ahauialazapan, ubicada en el municipio de Orizaba, Veracruz, presentó una denuncia con número de carpeta de investigación 946/2018 ante la Fiscalía de la ciudad de Orizaba por los delitos de acoso laboral y discriminación por orientación sexual contra siete profesores que lo han agredido física y verbalmente por el hecho de ser homosexual. Cervantes narró que desde octubre del año pasado entró a trabajar a la escuela antes mencionada ubicada en la colonia Fovisste y desde que ingresó a su área de trabajo, nunca ocultó su orientación sexual, motivo por el que ha sido señalado por los demás maestros. Le dicen que es un inmoral y que no está a la altura de los anteriores maestros que han dado clases en ese plantel educativo.
“Cuando yo llegué, los compañeros no estuvieron conformes en que yo llegara a dar clases a esa escuela. Empezaron las agresiones, primero en broma y luego se fueron tornando a otro nivel. Mis compañeros querían que yo me saliera de la escuela para que ahí pudiera llegar alguna amistad de ellos. En una reunión que tuvimos me dijeron que yo era inmoral, que llevaba una vida que no era la adecuada. Recurrí a mi directora para que parara los ataques en mi contra, pero ella no hizo absolutamente nada. No recibí nunca apoyo de mi supervisor ni de mi delegado regional”, expresó Juvencio Adán Cervantes, quien añadió que tiene siete años desempeñándose como maestro y nunca había recibido agresiones por su orientación sexual.
El maestro agredido cuenta con el apoyo de los padres de familia, a quienes no les importa la orientación sexual del profesor. Pero los demás maestros quieren correrlo de su trabajo a través de la hostigación, el acoso y la discriminación. Le dicen cosas hirientes y él teme por su integridad, por lo que ha tenido que cambiar su lugar de residencia. Juvencio recuerda que en un festival del día de las madres, una maestra lo agredió física y verbalmente delante de los padres de familia, quienes se dieron cuenta de la cobarde acción de la maestra y defendieron al profesor. Otra maestra le dijo que parecía un maleante por usar tatuajes y que los hombres no usan aretes. Han estado acosándolo con comentarios homofóbicos que sólo demuestran que esos profesores no están capacitados para darles educación a los niños pues están llenos de prejuicios. El maestro agredido acudió al café de la parroquia a exponer su caso ante los medios de comunicación acompañado de los integrantes de la asociación civil “Soy humano”, quienes apoyan incondicionalmente a su compañero.