Carlos Hernández

Paolo Rocca, uno de los socios mayoritarios de Tenaris Tamsa y quien es una de las manos que mece la cuna, llegó a Veracruz para intervenir en el conflicto del sindicato Nacional Unidad y Progreso de Tenaris Tamsa, ya que la balacera registrada la madrugada del viernes provocó un escándalo de grandes dimensiones que se dio a conocer a nivel nacional e internacional. Esto obviamente daña la imagen de la empresa. Paolo Rocca vino con la espada deseinvanada y dispuesto a dar un manotazo, casi casi a decir: ‘aquí sólo mis chicharrones truenan’. Por lo pronto ya impidió que el vetusto líder del SNUP, Pascual Lagunes Ochoa realizará una asamblea en las instalaciones del sindicato, la cual estaba programada para este viernes y se canceló de última hora. Lagunes reculó y esa acción deja mucho que desear en quien se dice a sí mismo líder de un sindicato. Un líder no se echa para atrás ni para agarrar impulso. Pascual Lagunes se encontraba impedido para llevar a cabo la asamblea porque para que ésta se realice es necesario que la asamblea sea solicitada por las dos terceras partes de los trabajadores de la empresa.
Por el bien de la empresa Tenaris Tamsa y la buena imagen que debería tener la empresa, se debe buscar la conciliación entre ambos grupos, los disidentes y los pascualistas. Enrique Ruiz Saavedra, líder del movimiento “Democracia con transparencia obrera”, tiene confianza en que se restablezcan las condiciones laborales en Tenaris Tamsa y que haya un comité que represente a los trabajadores y vele por sus intereses, que el comité no esté encabezado por Pascual Lagunes, pues él es un tirano.
Enrique Ruiz Saavedra se ha mantenido neutral, no quiere ni a Pascual Lagunes pero tampoco simpatiza con el movimiento de José Carlos Guevara Moreno, “El profe”, pues los dos sólo buscan aprovecharse de la buena voluntad de los trabajadores, en el fondo lo único que buscan es obtener el poder para enriquecerse ilícitamente o continuar viviendo a costillas de los trabajadores, según sea el caso. Kike Ruiz aplaudió que el gobernador Yunes Linares haya tenido los pantalones de parar en seco a Pascual Lagunes, pues como antes eran puros gobernadores priistas en el Estado de Veracruz todos lo solapaban a Pascual, pero Kike confía en que la situación cambie con la administración yunista. Enrique tiene esperanzas en que Paolo Rocco llegue a poner la paz y tranquilidad que tanta falta le hace al sindicato y a la empresa en general, pues no pueden continuar dando espectáculos bochornosos por culpa de dos hombres enfermos de poder.