
En una muestra más de la eficiencia y precisión en cuanto a organización por parte del gobierno de Veracruz en la contingencia del norte del Estado, un helicóptero oficial aterrizó en la comunidad de El Naranjal, municipio de Citlaltépetl, en la Sierra de Otontepec. ¿La misión? Repartir despensas con carácter de urgencia.
¿El pequeño detalle? Se equivocaron de lugar, la comunidad no está inundada, ni incomunicada, ni en emergencia.
Alguien en el gobierno —con gran dominio del mapa— confundió Citlaltépetl (el de la Sierra) con Citlaltépetl (el de Álamo), donde sí hay personas afectadas por las lluvias.
Una simple confusión… de 100 kilómetros y una crisis humanitaria de diferencia, pero…como el problema no es el dinero, seguramente comprarán más despensas para entregar a los qué si están damnificados.
Mientras tanto, en El Higo y a lo largo del río Pánuco, hay familias sobre los techos de sus casas, mirando al cielo… tal vez esperando que el helicóptero dé con el lugar correcto algún día.
Cómo olvidar la ocasión en que la gobernadora Rocío Nahle terminó visitando un hospital que no tenía programado y todo porque también su equipo se equivocó de lugar.
En Veracruz el problema no es dinero, son sus gobernantes que no saben coordinar ni organizar.
¡Ah! Pero, les tenemos que creer que sí avisaron a tiempo a los pobladores de Poza Rica para que abandonaran sus viviendas antes de la inundación.
Los hechos ocurrieron este viernes 17 de octubre y, hay que mencionar que, los pobladores recibieron la ayuda y después fueron notificados por las autoridades que tenían que regresarlas por lo que algunas personas empezaron a entregarlas al agente municipal.
También hay otras personas que señalan que la zona es muy pobre y que en tiempo de lluvias no pueden salir a trabajar por lo que las despensas les permitirán comer un par de días.