Leopoldo Tlaxalo

La comunidad LGBTTTI se encuentra indefensa, desprotegida y viendo como se vulneran y pisotean sus derechos humanos sin que nadie haga algo por defenderlos. La sociedad los señala, la iglesia emite discursos que fomentan el odio hacia personas que aman a otros de su mismo género, algunos son despeciados incluso por sus propias familias y las autoridades no voltean a verlos ni se preocupan por implementar políticas públicas que los beneficien y los protejan legalmente. Debido a estos discursos de odio que la iglesia sigue fomentando en contra de este sector es que se siguen cometiendo asesinatos y violaciones a sus derechos humanos.
Silvia Susana Jácome García pidió que las autoridades volteen a ver a los miembros de la comunidad LGBTTTI pues no son seres invisibles, pagan sus impuestos y por lo tanto merecen los mismos derechos que los heterosexuales. Hay muchos problemas que enfrentan los miembros de esta comunidad y que deben de resolver de la mano de las autoridades.

Ellos están preocupados porque durante 2016 se registraron 28 asesinatos o crímenes de odio como ellos los llaman a gays, transexuales, bisexuales, transgénero, travesti y demás personas que forman parte de esta comunidad. De esos asesinatos si se aclaró uno o dos fueron muchos pues no hubo voluntad de la administración estatal duartista de dar con los responsables y castigarlos con todo el peso de la ley. Al estar en libertad estos asesinos no solamente corren peligro los gays, transexuales y demás integrantes de la comunidad LGBTTTI, también corren peligro sus familiares. Desafortunadamente durante este 2017 se han registrado tres casos de asesinatos que perjudican a este sector. El más reciente es el de un joven de 16 años al que mataron sin tocarse el corazón, su padre no quiso denunciar ante las autoridades correspondientes los hechos pues tuvo miedo a sufrir represalías.
Los miembros de la comunidad LGBTTTI viven con miedo pues saben que en cualquier momento ellos pueden convertirse en víctimas de estos psicópatas y lo peor del caso es que saben que sus muertes quedarán impunes, pues hasta el momento las autoridades encargadas de la impartición de justicia en Veracruz no han movido un dedo para protegerlos ni para castigar a los responsables de tantas muertes.