Leopoldo Tlaxalo

La mañana de este martes 1 de enero se registró una batalla campal en el bulevard Ávila Camacho en el que se vieron involucradas dos familias. La batalla campal dejó como saldo dos personas lesionadas. Uno de ellos tuvo que ser trasladado a la Cruz Roja Mexicana pues resultó con severas lesiones a consecuencia de los golpes que le dio otro hombre.
Testigos de la batalla campal comentaron que el enfrentamiento se dio en un principio entre dos hombres, después intervinieron las mujeres y hasta los niños. El primer hombre se molestó porque el segundo hombre orinó sobre las rocas. Éste se justificó diciendo que no había otro lugar donde hacer sus necesidades. El hombre se enojó porque donde hizo pipí el otro sujeto, él se estaba bañando en el mar y le pareció sucio que el hombre orinara en ese lugar sin considerar a los que quisieran bañarse en el mar y que ya no podrían hacerlo por la acción del individuo.
La discusión subió de tono, primero fueron palabras altisonantes y después llegaron a los golpes no solo entre los dos sujetos, también le entraron a los golpes los otros integrantes de la familia. Los niños se asustaron al oír gritos y ver golpes por aquí y por allá, más porque sus padres eran los que estaban siendo golpeados y no podían hacer nada por defenderlos pues la batalla era campal y si se metían, corrían el riesgo de ser golpeados también.
En los videos que circulan en las redes sociales se observa como el hombre está arriba del otro hombre y le pega con el puño cerrado varias veces, en su rostro se ve el odio que le tiene al otro sujeto. Debió haber practicado la tolerancia, lo más lamentable es que a pesar de que a esa hora ya debieron estar trabajando los policías o las autoridades, nadie hizo acto de presencia, nadie separó a las familias que se liaban a golpes. Los hechos se registraron a la altura de la Plaza del Magisterio, por la calle Abasolo. Lo que narran los testigos es que horas antes las dos familias convivían sanamente, incluso bailaban con la música a todo volumen, pero el pleito comenzó cuando un hombre se alejó de la multitud, se sacó su miembro y empezó a orinar en las rocas, acción que fue considerada como reprobable por la gente, pero tampoco había donde orinar y al hombre ya le andaba por hacer sus necesidades.