Leopoldo Tlaxalo

El dirigente nacional del Partido Nueva Alianza, Luis Castro Obregón llegó al café de la parroquia del puerto de Veracruz y dijo que ese partido es la mejor opción para que haya un verdadero cambio en Veracruz. Ante esta declaración, los reporteros le preguntaron que cómo podía ofrecer que habrá un verdadero cambio en Veracruz con Nueva Alianza si el partido turquesa tiene entre sus militantes a Vicente Benítez, un ex duartista que actualmente despacha en el Congreso del Estado y que es señalado por actos de corrupción durante la administración duartista. Nadie olvida que Benítez desvió 5 mil millones de pesos cuando fue oficial mayor de la SEV y otras cosas más que lo retratan como un corrupto.
Luis Castro Obregón pensó que podía controlar a la prensa veracruzana y salirse por la tangente en el tema de Vicente Benítez, pero no fue así. Los reporteros siguieron insistiendo al ver que no quería contestar la pregunta relacionada con Benítez. ¿Mete usted las manos al fuego por Vicente Benítez?, ¿Está protegiendo a Vicente?, le preguntaron y él no supo que responder, pero dejó en claro que así le preguntaran 10 mil veces, no hablaría de Benítez, pues éste no es candidato, venía a hablar bien tanto de Nueva Alianza como de sus candidatos. Como es posible que Luis Castro Obregón no haya previsto una respuesta adecuada para las preguntas incisivas de los reporteros…Lo que pudo haber contestado es que en todos los partidos hay un prietito en el arroz, que Benítez es la oveja negra de la familia, algo que pudiera evitar que tartamudeara tanto en la entrevista. Por momentos, Luis parecía alterado, como queriendo pararse de la silla y salir corriendo. ¿Usted votaría por un partido que tiene entre sus filas a un corrupto ex duartista como Vicente Benítez?
Benítez estaba en la mesa de junto, pensó que su presencia ayudaría a los candidatos pero no fue así. Cuando escuchó que las preguntas de los reporteros se centraban en su persona, patitas pa’ que las quiero, salió corriendo y no le vieron ni el polvo, huyó como el cobarde que es pues no quería ser entrevistado por los reporteros pues Benítez tiene mucha cola que le pisen. Los reporteros querían entrevista con Benítez pero éste no quiso hablar, le dijeron que calladito se ve más bonito. Los reporteros comenzaron a retirarse de la entrevista cuando vieron que Castro Obregón no estaba dispuesto a hablar de temas incómodos como el seguir teniendo entre sus filas a un corrupto como Benítez.