Leopoldo Tlaxalo

Debido a la precaria situación económica por la que atraviesan todos los Ayuntamientos del Estado de Veracruz, el alcalde de Medellín de Bravo, Luis Gerardo Pérez Pérez se vio en la necesidad de recortar los aguinaldos a los regidores, situación que no fue del agrado de los ediles, pues antes les daban 90 días de aguinaldo y ahora sólo les darán quince días tal como marca la ley. Pérez Pérez se quejó amargamente de que el gobierno estatal sigue sin pagarle ocho millones de pesos correspondiente a participaciones federales.
Al ver que prácticamente les dieron una patada en el bolsillo, los regidores se vengaron de Luis Gerardo y votaron en contra de que éste hiciera su informe de labores en el salón El Tejar, pues consideran que es un gasto innecesario. Quieren que si les aprietan el cinturón a ellos como regidores, también se los apriete él y su esposa como presidente municipal de Medellín y presidenta del DIF Municipal respectivamente.
Desafortunadamente el talón de Aquiles de Pérez Pérez han sido sus regidores, con los que no ha podido trabajar bien. El alcalde se justifica cuando se le cuestiona porque redujo el aguinaldo a los regidores diciendo que estaban en riesgo las prestaciones de los trabajadores sindicalizados y de confianza a los que no puede dejar desamparados, pues las prestaciones de ellos están garantizadas. No sólo recortó el aguinaldo a los regidores, el síndico y el Secretario del Ayuntamiento, también el suyo propio como alcalde se lo redujo, pues la austeridad empieza en casa. Los demás empleados gozarán de 30 días de aguinaldo. Como medida de austeridad, el alcalde también recortó gasto corriente.